Con la llegada del verano, muchos ciudadanos buscan alternativas para combatir las altas temperaturas. Una de las opciones favoritas es pasar el día en las piscinas municipales, lugares donde es posible refrescarse, tomar el sol y disfrutar de un ambiente relajado. Sin embargo, el uso de estas instalaciones públicas está regulado por normas específicas que dictan qué actividades son permitidas y cuáles están prohibidas. Los ayuntamientos establecen estas reglas para asegurar la convivencia y el respeto entre todos los usuarios. A continuación, se detallan algunas de las normativas más comunes en las piscinas municipales.
Precio de las entradas: igualdad para todos
Una cuestión que ha generado controversia es el precio de las entradas a las piscinas municipales. Algunos municipios han intentado ofrecer descuentos a los residentes empadronados, pero esta práctica ha sido declarada discriminatoria por el Tribunal Supremo. Según la sentencia del alto tribunal, establecer un precio diferenciado según el empadronamiento viola el principio de igualdad recogido en la Constitución y en la legislación tributaria. Esto obliga a todos los ayuntamientos a fijar un precio único para todos los usuarios, independientemente de su lugar de residencia.
No obstante, la resolución del Tribunal Supremo permite que los empadronados tengan otras preferencias, como el acceso prioritario en casos de limitación de aforo. Este tipo de ventajas no relacionadas con el precio son legales y pueden ser implementadas por los municipios.
Abonos de temporada y acceso limitado a las piscinas municipales
Durante el verano, es común que los ayuntamientos ofrezcan abonos de temporada para el acceso a las piscinas municipales. Si bien estos abonos facilitan la entrada regular de los usuarios, los municipios no pueden prohibir el acceso a quienes no posean uno. Sin embargo, pueden restringir el acceso a ciertas áreas con servicios diferenciados, como zonas chill out o piscinas especiales, a las personas que no cuenten con el abono correspondiente.
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La práctica del toples
El toples en las piscinas municipales es un tema recurrente en las discusiones sobre normativas. No existe una ley que prohíba explícitamente esta práctica. Los reglamentos municipales suelen indicar que debe usarse traje de baño adecuado, pero no especifican restricciones sobre el toples. Además, prohibir el toples podría considerarse una vulneración del derecho a la dignidad, según la Constitución.
En Cataluña, la Generalitat ha afirmado que censurar el toples es ilegal, basándose en la ley de igualdad de trato y no discriminación. En Madrid, aunque no hay una norma específica sobre el toples, se permite en zonas reservadas para el nudismo integral.
Comida, bebida y fumar
Está permitido ingresar con alimentos y bebidas del exterior a las piscinas municipales, siempre y cuando se consuman en las áreas designadas para ello, como los merenderos. Sacar comida en zonas no habilitadas, como el césped o la zona de baño, está prohibido. Asimismo, fumar y consumir bebidas alcohólicas también está permitido en los espacios asignados.
Música y ruido en piscinas municipales
Llevar música a las piscinas municipales es una práctica común, pero debe hacerse con moderación. Las normativas municipales prohíben escuchar música si resulta molesta para otros usuarios. Esto significa que no se puede convertir el área de la piscina en una discoteca. En algunos municipios, como Sevilla, está explícitamente prohibido poner música a alto volumen.
En ausencia de normas específicas, se aplica la ley de contaminación acústica, que regula los decibelios permitidos para no perturbar la tranquilidad de los demás usuarios. Superar este límite se considera una actividad ruidosa y, por tanto, ilegal.
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Animales en las piscinas municipales
Generalmente, no se permite la entrada de animales a las piscinas municipales, salvo excepciones como los perros lazarillo para personas con discapacidad visual. Estos animales no tienen acceso a las zonas de baño para cumplir con la normativa sanitaria, pero los municipios deben habilitar zonas de esparcimiento para ellos.
Uso de flotadores y juguetes acuáticos
Es común ver a niños y adolescentes llevar tablas de surf, churros o colchonetas a las piscinas. El uso de estos objetos está permitido siempre que sea para la flotabilidad y no cause perjuicio a otros usuarios. El socorrista tiene la autoridad para permitir o restringir su uso según las circunstancias.
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En resumen, las normativas de las piscinas municipales están diseñadas para asegurar una convivencia respetuosa y segura entre todos los usuarios. Conocer y respetar estas reglas es fundamental para disfrutar plenamente de estas instalaciones durante el verano. Los ayuntamientos, a través de sus reglamentos, buscan equilibrar el derecho al disfrute de las piscinas con la necesidad de mantener un ambiente ordenado y tranquilo para todos.