El Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Comunidad de Madrid se ha consolidado como un referente en el cuidado y rehabilitación de la fauna autóctona y exótica. Durante el primer semestre de 2024, el CRAS ha recibido 4.698 animales, un incremento de 310 ingresos en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este hospital público, ubicado en Tres Cantos, se ha especializado en ofrecer una segunda oportunidad a miles de animales heridos, perdidos o deshidratados, asegurando su retorno al medio natural.
Un hospital público al servicio de la fauna
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, visitó recientemente el CRAS para conocer de primera mano el trabajo realizado por el equipo técnico y veterinario. Durante su visita, Novillo participó en la liberación de un milano negro, que llegó al centro el 31 de mayo con apenas cuatro semanas de vida y afectado por una placa de trichomonas. Este parásito, que compromete la salud de las aves al atacar la mucosa oral, fue tratado exitosamente, permitiendo al milano negro regresar a su hábitat.
El CRAS tiene como misión la salvaguarda de la fauna autóctona protegida de Madrid, mediante el cuidado, mantenimiento y eventual devolución al medio natural de los ejemplares recuperados. La mayor parte de los animales atendidos en este centro pertenecen a especies autóctonas como vencejos, aviones comunes y cigüeñas blancas, aunque también se reciben ejemplares exóticos e invasores. Durante su recorrido por el hospital, Novillo pudo observar de cerca los tratamientos proporcionados a diversos animales, incluyendo un autillo que sufrió un accidente de tráfico.
Creciente demanda y efectividad en la rehabilitación
Desde su creación en 2010, el CRAS ha atendido a 56.451 animales, con una tendencia al alza en los últimos años. En 2022, el centro gestionó 6.687 ingresos, y en 2023, esta cifra aumentó a 7.907. Este crecimiento refleja no solo la efectividad del CRAS, sino también una mayor concienciación por parte de la ciudadanía en la protección y cuidado de la fauna. El Gobierno regional destina anualmente 700.000 euros al funcionamiento de este hospital, garantizando que cuente con los recursos necesarios para su operación.
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Uno de los logros más destacados del CRAS es su alto índice de rehabilitación. En promedio, más del 60% de los animales que ingresan al centro por accidentes de tráfico o situaciones de emergencia logran recuperarse y ser liberados nuevamente. Este porcentaje se debe al trabajo minucioso del equipo veterinario, que no solo se encarga de los cuidados médicos, sino que también se preocupa por la reintegración adecuada de los animales a su entorno natural.
Un papel crucial en la vigilancia epidemiológica
Además de su función como centro de rehabilitación, el CRAS desempeña un papel fundamental en la red de vigilancia epidemiológica de la Comunidad de Madrid. El centro ha analizado 290 muestras durante este año para el diagnóstico de enfermedades y la detección de sustancias tóxicas en casos de sospechas de envenenamiento. Este trabajo resulta esencial para la protección tanto de la fauna como de la salud pública, ya que permite identificar y mitigar posibles riesgos sanitarios asociados a la fauna silvestre.
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En colaboración con agentes forestales y SEPRONA, el CRAS ha trabajado en 190 expedientes forenses relacionados con la investigación postmortem de especies protegidas. Estos casos, que suelen involucrar la muerte o lesiones graves de animales, permiten obtener información valiosa sobre los factores de riesgo que afectan a la fauna en la región. Los resultados de estos estudios contribuyen al desarrollo de estrategias de conservación más efectivas y a la prevención de incidentes similares en el futuro.
Educación y concienciación ambiental
El CRAS no solo se enfoca en la rehabilitación de animales, sino que también juega un papel importante en la educación y concienciación ambiental. A lo largo del año, el centro organiza visitas educativas y actividades para escuelas y grupos comunitarios, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de proteger la fauna y su hábitat. Estas iniciativas buscan inculcar valores de respeto y responsabilidad hacia la naturaleza, especialmente entre los más jóvenes.
El consejero Carlos Novillo destacó la relevancia de este aspecto durante su visita, subrayando que la educación ambiental es clave para asegurar un futuro sostenible. «Es fundamental que desde una edad temprana, los niños y niñas comprendan la importancia de cuidar nuestro entorno natural y proteger a las especies que lo habitan,» comentó Novillo. El CRAS, con su enfoque en la rehabilitación y la educación, se posiciona como una institución vital para la promoción de estos valores.
Desafíos futuros y el compromiso con la biodiversidad
A pesar de los logros alcanzados, el CRAS enfrenta desafíos continuos debido al aumento en el número de animales ingresados y a las crecientes amenazas para la fauna, como el cambio climático y la expansión urbana. El centro se prepara para seguir mejorando sus instalaciones y métodos, con el fin de hacer frente a estas nuevas realidades y continuar siendo un bastión en la protección de la biodiversidad en la Comunidad de Madrid.
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La colaboración entre el CRAS, el Gobierno regional y otras entidades, como las universidades y organizaciones de conservación, resulta esencial para el éxito de estas iniciativas. A medida que se intensifican los esfuerzos por preservar el medio ambiente, el CRAS continuará desempeñando un papel central en la recuperación de animales y en la educación sobre la importancia de la biodiversidad.
Un modelo a seguir en Europa
El CRAS de Madrid ha sido reconocido como uno de los mejores centros de recuperación de fauna en Europa, un logro que refleja el compromiso y la dedicación de su equipo. Con su enfoque integral, que abarca desde la atención médica hasta la educación y la investigación, el CRAS se ha convertido en un modelo a seguir para otras regiones. Este reconocimiento no solo refuerza la reputación de Madrid en el ámbito de la conservación, sino que también impulsa a otras comunidades a adoptar medidas similares para proteger su fauna.