El Almacén de Pontejos, un emblema del centro de Madrid, es un lugar donde los amantes de la mercería encuentran desde los productos más tradicionales hasta las tendencias más actuales. Fundado hace 111 años, este negocio ha sabido mantenerse fiel a su esencia mientras incorpora avances que facilitan el día a día tanto a los clientes como a sus trabajadores.
En una entrevista concedida a nuestra compañera Cristina Baigorri para Madrid Noticia , su gerente, María Rueda, compartió cómo ha evolucionado este icónico espacio sin perder su alma. Como cuarta generación de la familia fundadora, María explica que, a pesar del tiempo, “la esencia de la tienda es prácticamente la misma”.
Tradición y modernidad, un equilibrio delicado
Cuando se habla del Almacén de Pontejos, se menciona un legado en el que los detalles importan. Entre los miles de productos que se ofrecen, se encuentran piezas como marcelas, ligueros para calcetines o juegos de bolillos, algunos de los cuales se remontan a los inicios del negocio. María relata cómo estas piezas eran utilizadas por generaciones pasadas, como las marcelas, que servían para sujetar ligas a las medias.
Sin embargo, la modernidad también ha hecho su entrada en Pontejos. Aunque se ha adoptado un sistema informático para localizar productos específicos, María confiesa que este sirve más como apoyo que como eje central del negocio. “Para nosotros, es más fácil recordar la ubicación física de los productos en las estanterías que aprendernos un número de siete cifras”, asegura, dejando claro que el contacto humano y la experiencia siguen siendo prioritarios.
La evolución del cliente y el auge del “Do it yourself”
El público que visita el Almacén de Pontejos también ha cambiado. Si en el pasado las mujeres que cosían eran las clientas habituales, hoy en día acuden tanto jóvenes interesados en el “Do it yourself” como profesionales de la moda. Este cambio ha llevado al negocio a adaptarse, incluyendo nuevas propuestas como una academia de costura donde los clientes pueden aprender desde lo básico hasta técnicas más avanzadas. “El reciclaje de prendas y el upcycling están ganando mucha fuerza”, afirma María, quien también menciona que estas iniciativas permiten conectar con las tendencias actuales.
Un negocio en constante renovación
El dinamismo del Almacén de Pontejos es otro de sus puntos fuertes. Según explica María, se introducen entre 50 y 100 nuevos artículos cada semana, atendiendo tanto a las demandas de los clientes como a las modas del momento. “Un solo botón puede multiplicarse en diferentes tamaños y colores, lo que suma decenas de productos al catálogo”, comenta.
A pesar de esta renovación constante, hay productos clásicos que nunca pasan de moda. Lentejuelas, botones y aplicaciones diversas siguen siendo imprescindibles para muchos de los clientes, incluyendo diseñadores y modistas que buscan ese toque especial que solo Pontejos puede ofrecer.
Personalidades y anécdotas del día a día
El Almacén de Pontejos también ha recibido a personalidades destacadas que han contribuido a su singularidad. Desde folclóricas hasta famosos futbolistas, el negocio ha atendido a todo tipo de clientes. María recuerda con simpatía la visita de un reconocido deportista que necesitaba un botón para su chaqueta. “No es el típico cliente de mercería, pero aquí encontró justo lo que buscaba”, relata.
Las anécdotas también incluyen momentos de urgencia, como las novias que acuden el mismo día de su boda para arreglar un desperfecto de última hora o quienes buscan una solución rápida en fechas señaladas como Fin de Año. “El día 31 siempre hay alguien que necesita un arreglo de última hora”, comenta entre risas.
La importancia del cliente y el equipo
María destaca que, además de los productos, el verdadero tesoro de Pontejos son sus clientes y su equipo. “Nuestro cliente siempre es agradable; viene buscando algo y lo encuentra, y eso lo hace irse satisfecho”, asegura. Este ambiente positivo también se refleja en el personal, que disfruta de su trabajo tanto como María y su hermano.
Para garantizar la continuidad del negocio, María pone énfasis en que las personas que trabajen en Pontejos compartan esta pasión. “Es importantísimo que las personas que trabajan aquí disfruten tanto como nosotros”, afirma con convicción.
Una mirada hacia el futuro
El futuro del Almacén de Pontejos parece asegurado, aunque María confiesa que, por ahora, no planea ceder las riendas. Sus sobrinos disfrutan de su tiempo en la tienda, lo que da esperanzas de que pueda haber una quinta generación al frente del negocio. Mientras tanto, la combinación de tradición, innovación y un trato cercano continúa siendo el motor que impulsa a este histórico establecimiento.
Como María concluye, “Viva la mercería y el día a día”, recordando que Pontejos no solo es un lugar para comprar, sino también un espacio donde se preserva un arte que ha resistido el paso del tiempo.
Horario de almacén de Pontejos
- Lun – Vie: 9:30 – 14:00 h. / 17:00 – 20:00 h.
- Sábado: 9:30 – 14:00 h.
- Domingos, festivos: cerrado
C. del Correo, 4, Centro, 28012 Madrid, España
- web: pontejos.com
- INSTAGRAM: @almacenpontejos
- FACEBOOK: Mercería Almacén de Pontejos