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Cuando se acerca diciembre, la palabra «lotería» resuena inevitablemente en las calles de Madrid, y un nombre se destaca por encima de todos: Doña Manolita. En pleno corazón de la ciudad, en la calle del Carmen, esta histórica administración lleva más de un siglo repartiendo ilusión a miles de personas. Madrid Noticia ha tenido la oportunidad de hablar con Bosco Castillejo, encargado de Doña Manolita, quien nos ha revelado los secretos y tradiciones que envuelven este icónico lugar.
120 años de historia y suerte
Bosco nos recibe en la puerta de la administración, rodeado del característico bullicio madrileño. “Doña Manolita empezó en 1904 en la calle San Bernardo, cerca de las universidades. En 1931 se trasladó a la Gran Vía y, desde 2011, estamos aquí, en la calle del Carmen”, explica.
Pero, ¿cómo empezó su fama como portadora de suerte? Bosco relata una curiosa anécdota: “Doña Manolita era conocida por viajar con sus décimos por toda España. En uno de sus viajes a Zaragoza, decidió pasar sus boletos por el manto de la Virgen del Pilar. Desde entonces, comenzó a repartir premios gordos con frecuencia”. Según Bosco, aunque no se puede precisar el número exacto, la administración ha repartido cerca de 80 gordos a lo largo de su historia, incluyendo varios en los últimos años.
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El día del sorteo: una fiesta de ilusión
El 22 de diciembre es una fecha clave para Doña Manolita. Desde muy temprano, el equipo se prepara para atender a la prensa y a los compradores que acuden emocionados a comprobar sus décimos. “Es un día único, lleno de emoción. Llevamos vendiendo la lotería de Navidad desde julio, así que ese día es como el broche final a toda la campaña”, comparte Bosco.
La administración no solo se llena de cámaras y curiosos, sino también de ganadores, especialmente de premios menores como quintos premios. “Aunque no todos los agraciados del gordo pasan por aquí, es muy común que quienes ganan otros premios vengan a celebrarlo. Es emocionante ver sus caras y compartir esa alegría”.
Evolución en los hábitos de compra
A lo largo de los años, Doña Manolita ha sabido adaptarse a los cambios en los hábitos de los compradores. Según Bosco, la venta online ha crecido considerablemente. “Vendemos el mismo décimo que puedes comprar aquí, pero a través de nuestra web lo enviamos directamente a casa. Es una solución ideal para quienes no tienen tiempo de hacer cola”, explica.
Sin embargo, el encanto de la experiencia presencial sigue intacto. Las largas filas que rodean la administración son ya una tradición. “En los momentos de mayor demanda, la cola llega hasta la Gran Vía, cruzando varias calles. Aunque parece interminable, avanza más rápido de lo que la gente cree gracias a la organización de los vigilantes”, comenta Bosco.
Rituales y tradiciones para atraer la suerte
Doña Manolita no solo vende lotería, también fomenta pequeñas tradiciones para quienes buscan atraer la suerte. Por ejemplo, cada décimo se entrega boca abajo dentro de una carterita, y muchos compradores lo pasan por un bronce conmemorativo del centenario de la administración. “Es una costumbre que hemos mantenido y que los clientes aprecian mucho. Forma parte de la magia de Doña Manolita”, dice Bosco.
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Un símbolo de Madrid y la esperanza
A lo largo de más de un siglo, Doña Manolita ha dejado una huella imborrable en la historia de Madrid. Su capacidad para adaptarse a los tiempos y mantener su esencia la convierten en un emblema de la ciudad.
Si tienes la oportunidad de visitar Madrid en estas fechas, no pierdas la ocasión de pasar por la calle del Carmen. Ya sea para comprar un décimo o simplemente para impregnarte del ambiente festivo, Doña Manolita te hará sentir la magia de la Navidad.
Bosco concluye con una invitación: “Os esperamos el día 22 para vivir juntos la emoción del sorteo. Aquí la suerte siempre está presente”.
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