La escultura contemporánea bajo una nueva luz
La escultura, ese arte que ofrece formas tangibles de expresión tanto en el pasado como en el presente, encuentra una nueva dimensión en la exposición ‘Tres experiencias formales’. Organizada en el icónico CentroCentro de Madrid, esta muestra reúne obras de tres artistas destacadas: Núria Fuster, Clara Montoya y Sandra Val. Cada una de ellas contribuye a la exhibición con influencias y enfoques únicos que plasman la importancia de la escultura en el arte contemporáneo.
El legado de Núria Fuster
Núria Fuster, una artista de Alcoy, presenta su obra con una influencia marcada por la famosa escultora inglesa Barbara Hepworth. Fuster se centra en explorar el espacio y el vacío en sus esculturas. Su técnica, inspirada por la perforación de objetos, permite cuestionar y reflexionar sobre el entorno tanto artístico como físico. Para Fuster, reconocer el papel crucial de Hepworth en el desarrollo de la escultura moderna es una tarea esencial y justiciera.
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Sus esculturas vibran con la pasión que imprime en cada pieza. A través del uso de objetos cotidianos, muchas veces desechados, Fuster nos invita a ponderar la relación entre el arte y la vida diaria. Así, no solo ofrece un tributo a Hepworth, sino que también aporta su perspectiva personal en el contexto actual de la escultura.
Clara Montoya y la vista sobre la naturaleza
Clara Montoya, otra artista destacada de Madrid, ha producido cinco instalaciones que se centran en nuestra responsabilidad ambiental. Cada instalación nos invita a pensar en cómo nuestras acciones individuales y colectivas afectan el mundo natural que nos rodea. Montoya utiliza la escultura como un medio para comentar sobre la interrelación entre la humanidad y la naturaleza, relacionando cada trabajo con una reflexión sobre las consecuencias de nuestras acciones.
Montoya logra que sus obras sean puerta de entrada a un diálogo sobre el papel que juega cada persona en el devenir del entorno. A través de instalaciones que son tanto físicas como conceptuales, ella enfatiza la necesidad urgente de cuidar de nuestra Tierra, recordándonos los impactos visibles de años de descuido humano.
Sandra Val y el jardín cósmico
Sandra Val, originaria de Tarragona, nos lleva por un viaje cósmico en su instalación ‘La construcción del jardín’. Aquí, Val juega con la idea de la vida generada por un jardinero cósmico, utilizando materiales diversos que crean un puente entre lo tangible y lo simbólico, lo real y lo virtual. Su obra se inspira en espacios arquitectónicos antiguos relacionados con el culto y el poder, con un toque futurista. De esta manera, Val provoca una resonancia poderosa entre sus esculturas y los espectadores que visitan la exposición.
Val sabe cómo transformar los materiales en historias visuales que transportan a los asistentes a dimensiones diferentes. Con el uso de porcelana, metal, textil y vidrio, crea narrativas espaciales que son tanto familiares como innovadoras. Para Val, estas instalaciones son una forma de soñar con futuros posibles, donde la escultura se convierte en el vehículo perfecto para representar esas visiones utópicas.
CentroCentro: un hogar para el arte contemporáneo
La importancia de ‘Tres experiencias formales’ no solo radica en las obras exhibidas, sino también en el espacio en el que se encuentra. CentroCentro, un hito cultural en Madrid, se erige como el escenario perfecto para esta reflexión artística. Bajo la curaduría de Miguel Cereceda, la exhibición busca abrir un diálogo entre el público, la escultura contemporánea, y las ideas filosóficas que la inspiran.
Hasta el 26 de octubre de 2025, los visitantes tendrán la oportunidad de participar en visitas guiadas ofrecidas tanto por las artistas como por el comisario, proporcionando una comprensión más profunda de sus obras. Esta experiencia multifacética busca hacer que el arte contemporáneo sea más accesible a todas las audiencias, invitándolas a explorar y debatir sobre las posibilidades de la escultura en la actualidad.
En un mundo en constante cambio, ‘Tres experiencias formales’ destaca no solo por la calidad de las obras presentadas, sino también por cómo cada pieza invita a la reflexión y el diálogo. Con las voces de estos tres artistas femeninos, la exposición ofrece un marco único para considerar cómo el arte sigue evolucionando, desafiando y celebrando la condición humana.
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