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La ergonomía y comodidad van más allá de lo estético

El sofá es, sin lugar a dudas, uno de los elementos fundamentales que podemos encontrar en cualquier hogar. Más allá de ser un simple mueble, se trata de una pieza central que ocupa un espacio privilegiado en el salón. Ofrece un lugar ideal para sentarnos o tumbarnos a descansar, sirve como punto de encuentro familiar, y funciona como escenario de múltiples momentos cotidianos.

Por ejemplo, podemos disfrutar de tardes de “peli y manta” e incluso mantener reuniones improvisadas con amigos y familiares. Es también el sitio donde escuchamos música, leemos o trabajamos con el ordenador, especialmente si lo combinamos con una buena mesa de centro. Además, desde el punto de vista estético, el sofá tiene la capacidad de definir por sí solo el estilo de un espacio, integrándose de manera armónica o creando un contraste intencionado que ayuda a reforzar la personalidad de cada estancia de nuestro hogar.

Por todo ello, elegir un sofá a medida no es una decisión fácil de tomar. En esta guía práctica vamos a tratar de abordar todos los aspectos clave que deberías tener en cuenta antes de encargar uno. Para ayudarte, contamos con el asesoramiento directo de los expertos de Sofá Center, que cuentan con años de experiencia en la fabricación y personalización de sofás de alto nivel.

La ergonomía y comodidad van más allá de lo estético

Ten en cuenta el espacio disponible

Antes de elegir el diseño, el color o el número de plazas, resulta fundamental analizar las características del espacio donde queremos colocar el sofá. El tamaño de este mueble puede alterar significativamente la percepción del entorno. “Cuando un sofá es demasiado grande para el espacio, puede hacer que la sala parezca abarrotada, pero también puede dificultar el paso y dar una mayor sensación de agobio y claustrofobia” —explican los expertos de Sofá Center—.

Por el contrario, un sofá demasiado pequeño puede parecer insuficiente y dar la sensación de que estamos desaprovechando el potencial decorativo del salón. Lo ideal es medir el espacio disponible con la máxima precisión posible, teniendo en cuenta tanto la longitud como la profundidad del sofá, y dejar, al menos, un metro libre a su alrededor para permitir una circulación lo más cómoda posible.

También es importante comprobar que el sofá pueda pasar por las puertas, pasillos o escaleras durante la entrega. Dependiendo del diseño de la estancia, puedes ubicarlo pegado a una pared o colocarlo en el centro del salón, especialmente si nuestra intención es que actúe como separador de ambientes en espacios diáfanos, por ejemplo, para separar la zona del salón de la del comedor.

¿Cuántas personas lo van a utilizar y qué uso se le va a dar?

Este punto es uno de los principales que deberíamos tener en cuenta. No es lo mismo comprar un sofá para una persona que vive sola que para una familia de cuatro miembros que recibe visitas con frecuencia. “Saber cuántas personas lo van a utilizar y qué tipo de uso se le va a dar es esencial para determinar el tipo de sofá que necesitas” —comentan desde Sofá Center—.

Si el uso va a ser intensivo por parte de bastantes personas a lo largo de la semana, lo recomendable es optar por modelos de tres o más plazas, sofás rinconeros o chaiselongues, que no solo ofrecen una mayor capacidad sino también mayor confort.

En estos casos, conviene prestar atención especial a la calidad del relleno, por lo que te recomendamos apostar por adquirir modelos que cuenten con espuma de alta densidad, material que mantiene su forma y comodidad con el paso del tiempo, incluso ante un uso diario prolongado.

La tapicería es importante por distintos motivos

Aunque muchas personas lo pasan por alto, la elección del tapizado puede ir más allá de la cuestión estética. La durabilidad, la resistencia y la facilidad de limpieza, por lo tanto, son aspectos fundamentales, sobre todo si hay niños pequeños, mascotas o si prevemos que le vamos a dar un uso intensivo. En este sentido, los expertos de Sofá Center recomiendan que “además de elegir una estructura robusta, ya sea de madera maciza o de metal, conviene prestar atención a los tejidos utilizados en el tapizado, buscando siempre adquirir modelos que cuenten con materiales resistentes a la abrasión y que sean fáciles de mantener”.

Los sofás de piel en tonos oscuros como marrón o negro son muy valorados en ambientes de estilo clásico o industrial por su sofisticación y durabilidad. En cambio, los tejidos de lino o algodón en tonos neutros como el beige, el gris claro o el blanco roto encajan a la perfección en espacios de estilo nórdico o escandinavo, donde la prioridad es darle al espacio una atmósfera luminosa y acogedora. Para entornos de estilos minimalistas, los sofás con formas simples y colores puros, ya sean de tela o piel, pueden ofrecer un entorno decorativo depurado y contemporáneo.

Personalización y detalles en una inversión que vale la pena

Cuando optamos por adquirir un sofá a medida, el nivel de personalización que se puede alcanzar es amplio. Es decir, que puedes encargar el modelo perfecto, de las dimensiones, forma, número de módulos, tipo de patas, cojines adicionales, mecanismos relax eléctricos o manuales, e incluso sistemas de almacenamiento ocultos. “Apostar por un sofá a medida significa poder adaptar cada detalle a tus necesidades funcionales y estéticas, de tal manera que no tienen que renunciar ni al diseño decorativo que quieras darle al espacio ni a las necesidades de confort” —subrayan los especialistas de Sofá Center—.

Esta capacidad de adaptación resulta especialmente útil en viviendas con espacios complicados de “rellenar”, rincones desaprovechados o salones con distribución poco convencional, en el que no encajan los sofás convencionales. Además, nos permite jugar con combinaciones únicas de colores, texturas y acabados, lo que nos permite disfrutar de piezas únicas que son capaces de aportar un gran valor al hogar.

La ergonomía y comodidad van más allá de lo estético

Aunque muchas veces solemos priorizar el diseño visual y estético de este tipo de muebles, la ergonomía no debe pasarse por alto. Un buen sofá debe ofrecer un apoyo adecuado para la espalda y permitir que los pies descansen cómodamente en el suelo. La altura del respaldo, la inclinación de los asientos y la firmeza del relleno deben estar en equilibrio para garantizar una postura saludable durante su uso prolongado. “Un sofá puede ser muy bonito, pero si no es cómodo, probablemente lo usemos poco” —aseguran desde Sofá Center—.

Por este motivo, siempre resulta recomendable probar diferentes modelos antes de tomar la decisión definitiva de adquirir uno en concreto. Deberías sentarte, recostarte, comprobar la altura de los reposabrazos, y valorar la respuesta del asiento al peso corporal son pasos algunos fundamentales que te podrían ayudar a elegir un sofá que sea funcional, cómodo y altamente duradero.

Sofá Center Madrid: calidad, asesoramiento y experiencia

Una de las opciones más valoradas para encargar sofás a medida es Sofá Center Madrid, que cuenta con un amplio catálogo de modelos personalizables y una sólida trayectoria en el sector. En sus tiendas, como cliente, puedes recibir asesoramiento especializado desde el primer momento, lo que te puede ayudar a tomar la mejor decisión en función del espacio disponible, del estilo decorativo y del uso que quieras darle a este tipo de mueble.

Además, Sofá Center ofrece fabricación nacional con materiales de alta calidad y posibilidad de visitar la exposición para ver y probar los modelos antes de encargarlos. Esto no solo permitirá ver cómo son los acabados reales, sino también valorar in situ las opciones de personalización que tienes disponibles. Contar con el asesoramiento de expertos como los de Sofá Center, sin lugar a dudas, puede ayudarte a tomar la mejor decisión y garantizar que puedas disfrutar de un mueble duradero, cómodo y estéticamente impecable.