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La renovación bajo el puente de Raimundo Fernández Villaverde: un espacio más accesible y atractivo para los peatones

Las obras de mejora de accesibilidad bajo el puente de Raimundo Fernández Villaverde en Madrid han entrado en su fase final, y se espera que estén concluidas a principios de 2025. Este proyecto, liderado por el Ayuntamiento de Madrid, tiene como objetivo transformar el espacio, facilitando su uso peatonal, garantizando la accesibilidad universal y poniendo en valor el grupo escultórico existente.

Con una inversión de 600.000 euros y una superficie de actuación de 2.937 metros cuadrados, esta intervención busca reconfigurar un área clave de la ciudad, combinando funcionalidad, estética y sostenibilidad.

Mejora de accesibilidad en puente Raimundo Fernández Villaverde

©MIGUEL BERROCAL

Una intervención integral para los peatones

El corazón del proyecto reside en la creación de un plano continuo de suelo, eliminando escalonamientos para asegurar un tránsito más cómodo y accesible. Esta medida permite a las personas con movilidad reducida desplazarse sin barreras físicas, cumpliendo con los estándares de accesibilidad universal. Además, el diseño incluye la instalación de zonas de asiento, compuestas por bancos y cubos, que invitan a los transeúntes a hacer una pausa en su camino.

La mejora no solo es funcional, sino también estética. Los pilares y el techo del puente se han revestido con vinilos ilustrados con imágenes de pinos, un guiño al entorno natural de una calle que se distingue por contar con esta especie arbórea. Este toque visual transforma un espacio antes desaprovechado en un lugar más acogedor y atractivo.

Zonas verdes que enriquecen el entorno

Un elemento destacado de la remodelación es la incorporación de bandas ajardinadas laterales, que no solo embellecen el espacio, sino que también contribuyen a mejorar la calidad ambiental de la zona. La elección de la vegetación ha sido cuidadosa, respetando las recomendaciones de la Ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua en Madrid. Las gramíneas, plantas adaptadas al clima local y con bajos requerimientos de mantenimiento y agua, serán las protagonistas de estas áreas verdes.

Esta combinación de diseño funcional y elementos naturales refuerza el compromiso del Ayuntamiento con un urbanismo sostenible, equilibrando las necesidades de los peatones con la mejora del paisaje urbano.

Materiales innovadores y sostenibles

La pavimentación del área se realiza con hormigón continuo antideslizante, garantizando la seguridad de los peatones, especialmente en condiciones de lluvia. En las bandas laterales no ajardinadas, se ha optado por adoquines de granito, un material duradero que aporta un acabado elegante.

Uno de los cambios más llamativos es la sustitución del antiguo estanque, que se encontraba vacío y deteriorado. Este ha sido reemplazado por un pavimento de acero inoxidable con acabado de brillo espejo, que recrea el efecto de reflejo del agua y aporta un toque moderno al diseño. Para delimitar los distintos pavimentos, se utilizan pletinas de acero galvanizado, mientras que el perímetro del área está definido por bordillos de hormigón.

Una apuesta por la accesibilidad universal

La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, visitó recientemente las obras junto a los concejales de Chamartín, Yolanda Estrada, y de Chamberí, Jaime González Taboada. Durante su recorrido, destacaron la importancia de este proyecto como parte de un compromiso más amplio del Ayuntamiento para hacer de Madrid una ciudad más accesible y sostenible.

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“La transformación de este espacio no solo mejora la movilidad de los peatones, sino que también pone en valor un entorno que estaba infrautilizado. Es un ejemplo de cómo los espacios públicos pueden ser accesibles, funcionales y estéticamente agradables al mismo tiempo”, señaló García Romero.

Una nueva vida para un espacio olvidado

Bajo el puente de Raimundo Fernández Villaverde, este proyecto representa mucho más que una simple mejora estructural. Es una reinvención del espacio público, que lo convierte en un lugar más habitable y atractivo tanto para los vecinos como para los visitantes. La combinación de diseño inclusivo, sostenibilidad ambiental y materiales innovadores refleja un enfoque contemporáneo del urbanismo que prioriza las necesidades de las personas.

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Hacia un Madrid más accesible y sostenible

Con la finalización prevista de las obras en 2025, el puente de Raimundo Fernández Villaverde se unirá a una lista creciente de proyectos que buscan hacer de Madrid una ciudad más accesible, habitable y comprometida con el bienestar de sus ciudadanos. Este espacio renovado promete ser no solo un paso más seguro para los peatones, sino también un ejemplo de cómo las ciudades pueden integrar diseño, funcionalidad y sostenibilidad para mejorar la calidad de vida urbana.