El paisaje urbano de Madrid está a punto de cambiar drásticamente con el proyecto de transformación de Parque Castellana. Este ambicioso plan, liderado por la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, promete renovar y mejorar la conectividad en una de las arterias principales de la ciudad. Pero, ¿de qué trata todo esto realmente?

©MIGUEL BERROCAL
Un objetivo ambicioso: soterramiento y más
El principal movimiento de esta remodelación es el soterramiento de la vía entre la calle Sinesio Delgado y el Nudo Norte de la M-30. Esto no solo transformará el paisaje, sino que también mejorará la fluidez del tráfico, afectando positivamente el día a día de miles de conductores. Hasta la fecha, se han completado 533 de los 2.041 pilotes necesarios, un avance significativo desde el inicio de las obras en junio. Estos pilotes son cruciales para la técnica del ‘cut and cover’, que implica la construcción de muros de contención para facilitar la excavación del túnel.
García Romero confía en que se comenzará a instalar la cubierta del túnel en noviembre y se inciará la excavación en diciembre. Es decir, el trabajo va viento en popa gracias al esfuerzo de 90 trabajadores y una flota de maquinaria impresionante.
Un nuevo pulmón verde para Madrid
La creación de nuevos espacios verdes es otro pilar fundamental del proyecto. Parque Castellana ofrecerá un ambiente de más de 70,000 m2 de superficie, unificando el entorno de las cinco torres y el hospital de La Paz con otras áreas adyacentes. Así, se convertirá en un punto de encuentro y recreo en el corazón de la ciudad. Este espacio incluirá juegos infantiles, calistenia, y diversos sitios de descanso para el disfrute de todos.
La reforestación también es clave, con la plantación de 787 nuevos árboles, totalizando más de mil pinos y coníferas en la zona. Estos árboles no solo embellecerán el área, sino que también contribuirán a mejorar la calidad del aire y crearán un ambiente más relajado y accesible para los madrileños.
Un túnel para el futuro
El nuevo túnel es una pieza clave de este rompecabezas urbano. Albergando tres carriles por sentido, optimizará el tránsito vehicular bajo el nivel del suelo. Esto permitirá que el tráfico fluya sin interrupciones desde la calle Sinesio Delgado hasta el Nudo Norte, conectándose con importantes vías como la M-30 y la A-1.
Esta obra no se trata solo de lo inmediato. El diseño del túnel contempla un segundo nivel que, en el futuro, conectará el área con el barrio de Begoña y el desarrollo de Madrid Nuevo Norte. Esto demuestra una visión a largo plazo, pensando en cómo crecerá y evolucionará Madrid en las próximas décadas.
Mejoras significativas para el paseo de la Castellana
El proyecto también introduce mejoras en el paseo de la Castellana. Incluye un nuevo carril bici bidireccional en el lado este, incentivando el uso de transportes más sostenibles. En el lado oeste, se renovará las aceras y calzadas, beneficiando tanto a los peatones como a los conductores.
Además, habrá mejoras en calles transversales claves, beneficiando la conectividad del área. Estos cambios no solo optimizarán la circulación, sino que también ofrecerán un entorno más seguro y accesible para todos.
Gestionando el impacto de las obras
Las obras siempre causan alguna molestia, especialmente en una ciudad tan activa como Madrid. Sin embargo, el ayuntamiento ha implementado un plan estratégico para mitigar cualquier perturbación, con la ayuda de la Policía Municipal y Agentes de Movilidad. La prioridad es mantener la movilidad lo más suave posible para los habitantes locales.
Los ciudadanos pueden consultar actualizaciones en tiempo real sobre el estado del tráfico y afectaciones a través del Portal de Incidencias de Tráfico del municipio, garantizando así que todos tengan la información necesaria al alcance de la mano.
Mirando hacia el futuro
El proyecto del Parque Castellana simboliza una apuesta por el futuro de la ciudad, no solo en términos de infraestructura, sino también en cuanto a calidad de vida y sostenibilidad. Proyectos como este muestran la capacidad de Madrid para adaptarse y evolucionar, integrando la modernidad con el medio ambiente.
Con un costo total de 110,2 millones de euros, esta remodelación no es solo un gasto, sino una inversión en el bienestar y desarrollo de la ciudad. Una vez completadas estas obras, Madrid no solo será más eficiente, sino también más verde y acogedora para todos sus habitantes y visitantes.