La Comunidad de Madrid se convierte en el epicentro de un evento internacional con la celebración de un encuentro en defensa de la trashumancia como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Desde mañana y hasta el próximo lunes, representantes de 25 países se darán cita en el Centro de Innovación Gastronómica de Madrid, con el propósito de preservar y proteger una tradición que es fundamental tanto para el medio ambiente como para la cultura rural.
Este encuentro es de especial relevancia, ya que España se unió en 2023 a la declaración de la UNESCO para reconocer la trashumancia como un patrimonio que va más allá de una simple actividad ganadera. El pastoreo trashumante no solo representa una forma sostenible de manejo del territorio, sino que también permite mantener la biodiversidad y preservar costumbres ancestrales.
Un patrimonio que recorre kilómetros de naturaleza
España cuenta con 125.000 kilómetros de vías pecuarias, de los cuales 4.104 atraviesan la Comunidad de Madrid, en un área que cubre más de 13.000 hectáreas. Estas vías han sido el hogar de los rebaños que, a lo largo de los siglos, han viajado por la península ibérica, transportando no solo ganado, sino también semillas e insectos que contribuyen a la regeneración natural de los ecosistemas.
La trashumancia no es solo una forma de pastoreo, sino que representa una parte esencial de la identidad cultural de muchas regiones de España. Este sistema de migración estacional con el ganado facilita el intercambio genético de especies, permitiendo el mantenimiento de hábitats ricos en biodiversidad.
Innovación ganadera en Madrid
Durante el encuentro, la Comunidad de Madrid presentará algunos de los proyectos más innovadores que están siendo desarrollados en el campo de la ganadería y el desarrollo rural. Estos avances están a cargo del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), una institución que busca modernizar y hacer más sostenible la actividad ganadera en la región.
Los delegados de los diferentes países tendrán la oportunidad de conocer las innovaciones que se están llevando a cabo en Madrid y discutir la importancia de la trashumancia como una práctica que no solo garantiza la producción ganadera, sino que también ayuda a mitigar el impacto del cambio climático al favorecer la biodiversidad.
Además, este foro servirá para promover el consumo de productos locales y de proximidad, resaltando la alta calidad de los alimentos que se producen en Madrid mediante métodos tradicionales y sostenibles.
La trashumancia como un patrimonio global
La importancia de este evento no se limita solo a España. Delegaciones de países como República Checa, Hungría, Polonia, Rumanía, Serbia, Eslovaquia y Ucrania, entre otros, estarán presentes para defender la inclusión de la trashumancia como parte del patrimonio inmaterial de la humanidad en sus propias regiones.
Centro de recuperación de animales silvestres en Madrid
El foro servirá también para evaluar nuevas candidaturas de otros países que desean sumarse a esta iniciativa, con la esperanza de que la práctica trashumante pueda ser reconocida y protegida en más partes del mundo.
Preservar una tradición esencial para el medio ambiente
Uno de los aspectos más destacados de la trashumancia es su impacto positivo en el medio ambiente. Al ser una forma de pastoreo extensivo, permite que el ganado se desplace por grandes áreas sin agotar los recursos naturales de una sola región. Además, el movimiento de los rebaños contribuye al mantenimiento de las vías pecuarias, que a su vez actúan como corredores biológicos por donde transitan diversas especies.
La trashumancia es también una herramienta fundamental para luchar contra la desertificación y el abandono rural, problemas que afectan a muchas zonas de España. Al mantener esta actividad, se asegura que las zonas rurales sigan siendo productivas y habitables, evitando así la despoblación de muchas áreas.
Un modelo sostenible para el futuro
El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha puesto especial énfasis en destacar la importancia de la trashumancia dentro de sus políticas de desarrollo rural. La innovación ganadera y el fomento de productos locales son solo algunas de las medidas que se están implementando para garantizar que esta tradición se mantenga viva y sea viable en el futuro.
Además, el encuentro de estos días será una oportunidad para establecer nuevas colaboraciones internacionales y compartir conocimientos sobre cómo adaptar la trashumancia a los desafíos contemporáneos, como el cambio climático y la globalización.
El camino hacia el reconocimiento global
Aunque España ya ha dado un gran paso al unirse a la declaración de la UNESCO, la tarea de proteger la trashumancia no ha terminado. Los delegados presentes en el encuentro de Madrid discutirán nuevas formas de promover esta actividad y asegurar que reciba el reconocimiento que merece a nivel global.
La jara negra: una planta que puede revitalizar las economías rurales
El futuro de la trashumancia depende de la capacidad de los gobiernos y las comunidades locales para seguir protegiendo las vías pecuarias y garantizando que las próximas generaciones entiendan su valor cultural y ecológico. El trabajo que se está realizando en Madrid es un ejemplo de cómo la tradición y la innovación pueden ir de la mano para crear un modelo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
