El proyecto Madrid Río, una de las transformaciones urbanas más importantes de la capital en el siglo XXI, ha llegado a su culminación con la apertura de un nuevo espacio verde sobre el cubrimiento de la M-30. Este ambicioso proyecto no solo redefine el paisaje urbano, sino que también devuelve a los ciudadanos un entorno natural donde antes había asfalto y tráfico.
Un Homenaje al Pasado, una Mirada al Futuro
El alcalde de Madrid, acompañado por representantes municipales y del Atlético de Madrid, ha destacado el carácter transformador de esta obra. La zona, con más de 67.000 metros cuadrados, simboliza la unión entre memoria histórica y regeneración ambiental. No solo se cubrieron los 700 metros de la M-30 que faltaban, sino que además se creó un parque que rinde homenaje al antiguo estadio Vicente Calderón, corazón del Atlético de Madrid durante décadas.
En el acto de inauguración, una cápsula del tiempo fue enterrada en el parque, conteniendo recuerdos del estadio como una pieza de césped, una bandera del club y fotos icónicas. Este gesto conecta emocionalmente el espacio con el pasado, mientras el diseño del parque, con su pista informal de atletismo y zonas verdes, mira hacia un futuro sostenible y funcional.
Un Proyecto Verde y Sostenible
La culminación de Madrid Río ha supuesto la plantación de más de 1.200 nuevos árboles, 4.500 metros cuadrados de césped y 9.000 arbustos. La transformación no solo es estética, sino también ecológica. El uso de agua regenerada para el riego, pavimentos permeables y materiales reciclados son algunas de las decisiones que refuerzan el compromiso sostenible del proyecto.
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Además, se ha tenido en cuenta la accesibilidad universal, con caminos y rampas que permiten que todos los ciudadanos disfruten del parque. El nuevo paseo, de 620 metros, conecta los tramos norte y sur de Madrid Río, creando un recorrido continuo y accesible que bordea el río Manzanares.
Un Parque con Identidad Propia
El parque del Atlético de Madrid, ubicado donde una vez estuvo el césped del Vicente Calderón, es una de las piezas más destacadas del proyecto. Su diseño incluye una amplia pradera rodeada por hileras de árboles y una pista de atletismo no homologada, resultado de las demandas de asociaciones deportivas locales. El carácter lúdico del espacio captura la esencia del estadio original, al mismo tiempo que lo reimagina como un lugar de recreación abierta.
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Pero Madrid Río no es solo un homenaje al pasado. El diseño también incorpora elementos modernos como iluminación eficiente y una integración paisajística que da continuidad a las áreas verdes ya existentes. Esta mezcla de pasado y presente convierte al parque en un ejemplo de cómo el urbanismo puede preservar la memoria histórica sin renunciar a la modernidad.
Tres Zonas, Una Conexión
El nuevo parque se divide en tres áreas principales, que se integran perfectamente gracias a grandes taludes vegetales y bancos de granito. Cada zona tiene su propia identidad:
- La plataforma junto al río Manzanares: Un camino ciclista sinuoso atraviesa un bosque de pinos, ofreciendo vistas al río y un acceso completamente accesible. Esta área se conecta con el resto del parque a través del puente de San Isidro.
- La cota inferior: Aquí se completó la peatonalización del último tramo del paseo Virgen del Puerto, lo que mejora el acceso desde el norte. Escaleras y rampas conectan esta zona con la plataforma superior.
- La zona central: El corazón del parque es el homenaje al Vicente Calderón, con su gran pradera y la cápsula del tiempo como protagonistas.
Una Nueva Conexión entre Distritos
El proyecto no termina aquí. El Ayuntamiento ya tiene planes para construir una pasarela peatonal que unirá los distritos de Carabanchel y Arganzuela, cruzando el río Manzanares. Esta conexión no solo mejorará la movilidad, sino que también responde a una demanda histórica de los vecinos. El diseño se redactará en 2025, con la previsión de iniciar las obras ese mismo año.
Madrid Río: Más que un Proyecto Urbano
Lo que hace único a Madrid Río no es solo su escala, sino el impacto positivo que tiene en la vida de los madrileños. Este espacio verde redefine cómo interactúan las personas con su entorno, ofreciendo un lugar donde convivir con la naturaleza sin salir de la ciudad. Es un modelo de regeneración urbana que prioriza el bienestar de los ciudadanos, al tiempo que preserva la identidad de Madrid.
El éxito de este proyecto refleja un cambio en las prioridades urbanísticas. En lugar de priorizar la infraestructura para vehículos, se apuesta por espacios que promueven el ocio, la sostenibilidad y la comunidad. Madrid Río es una prueba de que las ciudades pueden ser más verdes, accesibles y agradables, sin perder de vista su historia.