El festival Veranos de la Villa, organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte de Madrid, se prepara para despedir su 40ª edición con una última semana cargada de actividades culturales para todos los gustos. Del 19 al 25 de agosto, los madrileños y visitantes podrán disfrutar de una variada programación que incluye música, cine, danza y un fascinante viaje por la cultura japonesa. El Claustro del Pozo del Instituto de Educación Secundaria de San Isidro será uno de los escenarios principales, donde la música y el teatro serán protagonistas de esta semana final.
Música para todos los sentidos en el Claustro del Pozo
El 20 de agosto, el Claustro del Pozo se llenará de magia con la presentación de Marcel Fabregat, pianista, creador e investigador musical, quien ofrecerá su espectáculo Opia. Este evento promete una experiencia sensorial única, donde la luz y la música se fusionan en un entorno inmersivo. Fabregat no estará solo en el escenario; le acompañarán otros instrumentos como la voz tratada con sintetizadores, un melotrón y un salterio, creando una atmósfera envolvente que cautivará a todos los presentes.
Al día siguiente, Paco Soto llevará el flamenco al mismo espacio con un espectáculo que describe como “un tango argentino-gitano y canalla”. Soto, conocido por su capacidad para mezclar géneros y crear un sonido único, promete una velada llena de emociones y matices. El 22 de agosto, el Claustro recibirá a Vicente Navarro y Rocío Guzmán, dos de los nombres más destacados de la escena neo-folk española. Su propuesta musical, que combina tradición y modernidad, resonará en las paredes históricas del instituto, ofreciendo una experiencia que mezcla lo antiguo y lo nuevo.
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Para cerrar la semana en este emblemático espacio, Los bandos de Verona se presentará los días 23 y 24 de agosto. Esta obra, que ha sido parte de la programación del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro y de Clásicos en Alcalá, promete transportar a los asistentes al mundo de Shakespeare con una interpretación fresca y dinámica. Esta producción es una oportunidad imperdible para los amantes del teatro clásico, que podrán disfrutar de una obra reconocida en un entorno único.
Cine Caliente se despide con un clásico
El 20 de agosto, el ciclo de Cine Caliente cerrará con la proyección de Mamma Mia! (2008), un clásico moderno dirigido por Phyllida Lloyd. Esta película, que ha cautivado a audiencias de todo el mundo con sus canciones pegajosas y su ambiente festivo, será diseccionada por Secun de la Rosa, conocido actor, autor y director. La sesión se llevará a cabo en el parque de la Bombilla, donde los asistentes podrán disfrutar de una noche al aire libre llena de música y alegría.
El ambiente será animado por el artista multidisciplinar Rev Silver, quien se encargará de poner el ritmo antes y después de la proyección. Mamma Mia! es el cierre perfecto para este ciclo que ha reunido a personalidades como Lalachús, Lorenzo Caprile y Mariona Terés. El público podrá revivir la magia de ABBA en una noche que promete ser inolvidable.
La cultura japonesa se despide en Serrería Belga
El Espacio Cultural Serrería Belga, que ha sido la sede de las actividades dedicadas a Japón como país invitado, mantendrá sus puertas abiertas hasta el 25 de agosto para que los visitantes puedan disfrutar de las últimas exposiciones. Entre ellas se encuentra Gêmu: cultura visual y videojuego japonés, una muestra que invita a explorar el mundo del entretenimiento digital japonés, desde sus orígenes hasta la actualidad.
Otras exposiciones destacadas incluyen el Japan International Manga Award, donde se exhiben las obras de artistas españoles premiados en este prestigioso certamen, e Itadakimanga!, una exposición que explora la fascinación por la comida japonesa a través del manga y el anime. Estas muestras ofrecen una inmersión total en la cultura visual japonesa, perfecta para quienes desean conocer más sobre el arte y la sociedad del país asiático.
El 20 de agosto, la maestra Eiko Kishi ofrecerá una introducción a la caligrafía japonesa, explicando su historia y los diferentes tipos de escritura que componen el idioma. Además, los asistentes podrán participar en un taller práctico, donde podrán experimentar de primera mano esta antigua forma de arte.
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El 21 de agosto, el medio Japonismo llevará a cabo un viaje gastronómico por Japón, presentando los platos más típicos de cada región del país. Esta actividad promete ser un festín para los sentidos, donde los participantes podrán aprender sobre la rica tradición culinaria japonesa. Al día siguiente, el comisario Daniel Sastre de la Vega impartirá una conferencia titulada Bajo el resplandor dorado: Oro, poder e imaginación en el arte japonés, donde explorará el simbolismo del oro en la cultura nipona.
Actividades transgresoras y espectáculos únicos
La última semana de Veranos de la Villa también ofrecerá propuestas más vanguardistas. El 21 y 22 de agosto, la compañía Reckless Sleepers presentará A String Section en el Patio Sur de Conde Duque, una acción performática que invita a reflexionar sobre la fragilidad y el equilibrio. Este espectáculo se ha ganado la aclamación por su enfoque innovador y su capacidad para desafiar las convenciones del teatro.
El 25 de agosto, la Plaza Matadero acogerá Carrer 024, un espectáculo gratuito dirigido por Sol Picó, una de las coreógrafas más icónicas de España. Este evento clausurará la 40ª edición de Veranos de la Villa por todo lo alto, combinando danza, teatro y música en una experiencia multidisciplinaria que no dejará indiferente a nadie. Picó, conocida por su lenguaje coreográfico único, promete cerrar el festival con una actuación que capturará la atención y el corazón de los asistentes.
Reflexiones sobre el legado de Veranos de la Villa
La 40ª edición de Veranos de la Villa ha demostrado una vez más la capacidad de Madrid para ofrecer una programación cultural diversa y de alta calidad, accesible para todos los públicos. Desde la música y el cine hasta la danza y la cultura internacional, este festival ha ofrecido algo para cada gusto y ha permitido a los madrileños y visitantes disfrutar del verano en la ciudad de una manera única.
Con una oferta tan variada, Veranos de la Villa no solo celebra la cultura, sino que también refuerza el papel de Madrid como epicentro cultural. La despedida de esta edición deja un legado que sin duda será recordado y que anticipa un futuro prometedor para el festival en los próximos años.
