Madrid le da un giro artístico al paisaje urbano con su última iniciativa: un conjunto de siete fuentes ornamentales que homenajean la constelación de la Osa Mayor. Y no solo eso, también rinde tributo al escudo de la capital, incorporando un diseño innovador que mejora tanto el entorno urbano como la experiencia de sus ciudadanos. Este artículo explora los detalles de esta iniciativa que une tradición, innovación y urbanismo.
Un viaje estelar por la ciudad
El Ayuntamiento de Madrid ha inaugurado la fuente Benetnasch, la primera de un proyecto de siete fuentes que recrearán la constelación de la Osa Mayor por toda la ciudad. Ubicada junto a la estación de Metro de Colonia Jardín en el distrito de Latina, Benetnasch representa el extremo de la barra del ‘carro’, componente principal de la constelación.
Mudarse en Madrid hoy no es lo que era ayer
Durante los próximos meses, otras seis fuentes continuarán este recorrido celeste. Nombres como Mizar, Alioth y Megrez habitarán en diferentes distritos de Madrid, completando así la figura astronómica que simboliza una conexión estelar única dentro del ámbito urbano. Cada fuente contará con un diseño heptagonal que incorpora una lámina de agua fluyendo sobre una estrella de hormigón blanco, grabada con el nombre de la estrella que representa.
Diseño y funcionalidad
No solo hablamos de una cuestión estética. El diseño heptagonal y su integración paisajística mejoran el ambiente y la percepción del espacio. Estos elementos no solo homenajean a las estrellas que resplandecen en el escudo de Madrid, sino que también cumplen con un propósito funcional. Al incorporar estos elementos en el entorno urbano, se añade un nuevo significado al arte público, demostrando que el urbanismo puede ser tanto estético como útil.
Las fuentes no son simplemente adornos. Sumadas al patrimonio hidráulico de Madrid, que ya cuenta con 560 fuentes ornamentales, también contribuyen a mitigar el microclima urbano. Reducen la temperatura y ayudan a contrarrestar el efecto isla de calor, un problema creciente en las ciudades modernas.
La estrategia que embellece Madrid
Este proyecto no es un simple capricho decorativo. Forma parte de una estrategia municipal más amplia que busca la mejora y conservación de las zonas verdes de Madrid. Desde 2019, se han invertido 108 millones de euros en 124 proyectos para renovar y revitalizar estos espacios. Esta inversión refleja un enfoque comprometido con el bienestar urbano, integrando al arte y al diseño en los espacios públicos de manera efectiva.
Pero, ¿por qué la Osa Mayor? Es un símbolo de guía y orientación, aspectos vitales para una capital como Madrid. Las estrellas en el escudo de la ciudad tienen sus raíces en la Edad Media y se han mantenido como un símbolo de identidad, apareciendo incluso en la bandera de la Comunidad de Madrid.
Más que un proyecto, una experiencia
Este proyecto urbano no solo pone en valor elementos históricos y artísticos, sino que también ofrece a los ciudadanos lugares de encuentro para disfrutar y reflexionar. Al mirar estas fuentes, los madrileños y visitantes pueden conectar con las tradiciones de la ciudad y su historia astronómica, al tiempo que experimentan los beneficios tangibles de un entorno mejorado.
Borja Carabante, el líder detrás de la Dirección de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, destaca cómo este tipo de proyectos son cruciales para integrar memoria, diseño y funcionalidad en el día a día de Madrid. Un esfuerzo que habla mucho sobre el deseo de embellecer y enriquecer la experiencia en la ciudad.
En suma, estas fuentes ornamentales plasman un anhelo por fusionar la historia con el presente, homenajeando símbolos fundamentales de Madrid y ofreciendo a sus ciudadanos un espacio renovado y cautivador. Queda por ver cómo estas “estrellas” adicionales cambiarán no solo el paisaje de la ciudad, sino también la percepción y la conexión de la gente con su espacio urbano.
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