Estratos: la poética de lo efímero
El arte a menudo busca capturar lo que se escapa del ojo común, y en “Estratos. La inmortalidad de lo efímero” de Miluca Sanz, esta búsqueda se materializa de una manera muy íntima y personal. La exposición, comisariada por Estrella de Diego, es un testimonio vibrante de lo cotidiano y fugaz en la vida madrileña.
Miluca Sanz lleva más de diez años dedicándose a atrapar momentos que el tiempo amenaza con olvidar. Con sus diarios en formato audiovisual, ofrece una ventana a esos días que pasan como ríos bajo los puentes. Sus imágenes, capturadas por Madrid, son más que simples fotografías; representan un tiempo líquido que, según Sanz, se empeña en evaporarse. En su exposición, el Diario-Calendario cobra vida, trasladándose de las páginas de Instagram a las paredes del CentroCentro, ofreciendo una lectura única de lo que ella considera el pulso vital de la ciudad.
La artista no solo retrata lo evidente, sino que añade una capa extra de significado con su instalación site-specific. En este espacio, Sanz presenta una arqueología personal de Madrid. Objetos comunes de la vida diaria se transforman en reliquias, tomadas como instantáneas congeladas en el tiempo. Las piezas siguen un orden preciso, similar al de las hojas de un calendario, pero hablan de esos momentos que, aunque transitorios, logran dejar una huella imborrable en nuestro ser.
Sanz invita a los visitantes a reflexionar sobre lo efímero con la esperanza de encontrar belleza en cada momento fugaz. Es un recordatorio sutil de que los instantes más anodinos pueden ser los más valiosos.
Cromos de artista: la mirada lúdica de Luis Pérez Calvo
Por otro lado, Luis Pérez Calvo nos sumerge en un mundo completamente diferente con su exposición “Cromos de artista”, comisariada por Carlos Delgado Mayordomo. Esta colección es un viaje visual lleno de color y nostalgia, capturando la esencia de las exposiciones que ha visitado en los últimos diez años.
Pérez Calvo ha creado más de quinientas piezas, inspiradas en sus experiencias no solo en Madrid, sino también más allá de sus fronteras. Su obra no busca ser un registro literal de lo visto; es una reinterpretación lúdica y desenfadada. El artista se nutre de influencias que van desde el cine de serie B y el circo, hasta los tebeos y las portadas de discos de vinilo. Al igual que los cromos de su infancia, sus obras no pretenden seguir una estructura rígida, sino que se guían por sus emociones y recuerdos personales.
Uno de los aspectos más destacados de esta exposición es el mural efímero que Pérez Calvo ha creado específicamente para el espacio. Este mural no solo es una exposición en sí mismo, sino que también actúa como un mapa cultural que señala las galerías, talleres y proyectos independientes que han moldeado su visión artística.
Lo más inspirador de la obra de Pérez Calvo es su habilidad para desafiar las normas establecidas del arte. Su enfoque no está anclado en criterios institucionales o comerciales, sino que es una exploración genuina basada en afinidades estéticas y vínculos personales. La exposición reta al espectador a reconsiderar la historia del arte desde una perspectiva más personal y menos convencional.
Un paseo obligado por el arte en CentroCentro
Ambas exposiciones están abiertas al público en el CentroCentro de Madrid hasta el 26 de abril de 2026. Ofrecen una experiencia única que alienta a los visitantes a observar su entorno con nuevos ojos, ya sea a través de la inmortalización de lo efímero o mediante la recreación vibrante de nuestros momentos culturales. La entrada es gratuita, lo que elimina cualquier excusa para perderse estos encuentros con el arte.
Para aquellos que buscan explorar nuevas perspectivas, estas exposiciones representan una oportunidad para conectar con el arte de una manera diferente. A través de las obras de Sanz y Pérez Calvo, los asistentes pueden redescubrir una ciudad que siempre tiene algo nuevo que ofrecer justo frente a sus ojos.
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