El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado la aprobación del contrato para la redacción y ejecución del ambicioso proyecto de soterramiento del tramo final del paseo de la Castellana. Esta obra, que se extenderá desde la calle Sinesio Delgado hasta el Nudo Norte, transformará radicalmente el norte de la ciudad, creando un corredor urbano más amigable y sostenible.
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Una transformación integral
El proyecto contempla un túnel de 820 metros que permitirá la circulación subterránea de vehículos, liberando espacio en superficie para uso público y verde. Con un presupuesto base de licitación de 128,9 millones de euros, se espera que las obras comiencen en el primer semestre de 2025 y finalicen en el primer semestre de 2027.
Creación de nuevos espacios públicos
Sobre el túnel se generará un nuevo espacio urbano de 70.000 m². Este incluirá zonas verdes con la plantación de aproximadamente 670 árboles, creando un entorno natural en medio de la urbe. Además, el diseño incluye áreas recreativas como una colina con gradas para eventos al aire libre, una fuente monumental, una plaza central y un pinar que contará con juegos infantiles y un circuito biosaludable.
Integración y accesibilidad
Este proyecto no solo busca mejorar la estética y la funcionalidad del área, sino también integrar eficazmente el entorno de las cinco torres y el Hospital La Paz con áreas residenciales y el futuro centro de negocios de Madrid Nuevo Norte. La integración se facilitará mediante un carril bici bidireccional que recorrerá todo el tramo soterrado, asegurando una movilidad sostenible y conectada.
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Minimización del impacto vehicular
El nuevo túnel concentrará el tráfico vehicular bajo tierra, reduciendo la contaminación acústica y atmosférica en la superficie. Esto permitirá que solo el transporte público y el tráfico local necesario para acceso a edificios circulen en la superficie, promoviendo un ambiente más tranquilo y seguro para los peatones.
Futuras conexiones y desarrollos
El diseño del túnel, estructurado en dos niveles, tiene en cuenta la preservación del arbolado existente y la posibilidad de futuras expansiones. Esto incluye la preparación para conectar eventualmente la Castellana con el barrio de Begoña y el desarrollo de Madrid Nuevo Norte, facilitando así un flujo continuo hacia otras vías de alta capacidad.
Con este proyecto, Madrid se posiciona a la vanguardia de la urbanización moderna, demostrando un compromiso firme con el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos. La nueva configuración del paseo de la Castellana promete ser un eje estructurante que no solo mejore la movilidad urbana, sino que también enriquezca el tejido social y ambiental del norte de la capital.
