El Matadero Madrid, que cumple su primer centenario este año, ha pasado por múltiples transformaciones desde su inauguración en 1924.
Orígenes de Matadero Madrid
En 1924, el Ayuntamiento de Madrid inauguró el Mercado de Abasto y Labor y el Matadero Municipal de ganado, respondiendo a las demandas de una ciudad en constante crecimiento. La Casa de la Carnicería en la Plaza Mayor y el matadero en Lavapiés son testigos de la importancia histórica de la carne en Madrid. La zona sur de la capital, especialmente la Puerta de Toledo, se destacaba por sus mataderos y mercados de carne.
La necesidad de trasladar estos mataderos fuera del centro urbano llevó a la construcción del nuevo matadero en la dehesa de la Arganzuela. El arquitecto municipal Luis Bellido diseñó un complejo industrial inspirado en otras ciudades europeas, con 48 construcciones iniciales que crecieron a 64. El matadero incluía encerraderos para el ganado, corrales, naves de degüello, cámaras frigoríficas, y hasta una capilla y viviendas para los trabajadores.
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Matadero Madrid y la pandemia de tuberculosis
Durante las primeras décadas del matadero, España y Europa enfrentaron una severa pandemia de tuberculosis. La tuberculosis, conocida como la peste blanca, causó una alta mortalidad y los médicos de la época recomendaban aire puro y beber sangre fresca como tratamiento. El matadero se convirtió en un lugar donde personas enfermas, especialmente mujeres, ancianos y niños, se congregaban para beber sangre fresca de los animales sacrificados. Este ritual macabro, aunque desconocido hoy, fue común en la prensa de principios del siglo XX.
Matadero Madrid durante la Guerra Civil
La Guerra Civil española transformó el matadero en un depósito de municiones, un uso que contrastaba con su función original. Al terminar el conflicto, el complejo pasó a tener un destino aún más oscuro. El matadero se convirtió en un albergue para mendigos, eufemísticamente denominado Parque de Mendigos, pero conocido también como Campo de Concentración de Mendigos. En 1941, el régimen franquista, buscando erradicar la mendicidad, detuvo a miles de personas y las confinó en estas deplorables instalaciones.
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Condiciones deplorables
Las condiciones en el matadero durante su uso como campo de concentración fueron extremadamente duras. El informe de 1943 del Patronato de Protección a la Mujer describió la vida de los mendigos allí acogidos como indescriptible, con personas vestidas apenas con harapos y sufriendo el frío y el hambre. Muchos murieron durante el invierno de 1941, y los sobrevivientes fueron enviados a centros de «reeducación».
Transformación hacia un espacio cultural
El cierre del matadero marcó el inicio de su transformación en lo que es hoy, el centro cultural más extenso de España con 165.415 metros cuadrados. El Matadero Madrid Centro de Creación Contemporánea se ha convertido en un referente de ocio y vanguardia, un espacio emblemático de la actividad cultural municipal. A pesar de su trágica historia, el centro no refleja estos episodios en sus publicaciones, enfocándose en su papel actual como epicentro cultural.
Programa estival y centenario
El Matadero celebra su centenario con un intenso programa estival, culminando en octubre con una semana de actividades para conmemorar su aniversario. Este espacio, que ha vivido desde la «peste blanca» hasta los horrores de la Guerra Civil, ahora se destaca por su oferta cultural y su ambiente vanguardista.
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Matadero Madrid hoy
Muchos visitantes probablemente desconocen los detalles oscuros del pasado del Matadero. Hoy, el espacio acoge eventos culturales, exposiciones y actividades que atraen a un público diverso, transformándose en un símbolo de renovación y resiliencia urbana.
El Matadero de Madrid, con su historia centenaria, ofrece una lección de cómo los espacios pueden transformarse y adaptarse, reflejando tanto los aspectos oscuros como los más luminosos de la evolución de una ciudad. Este lugar, que una vez fue un centro de sacrificio y sufrimiento, ahora se erige como un faro de creatividad y vida cultural.
Para los visitantes actuales, el Matadero representa una mezcla de historia y modernidad, un testimonio de la capacidad de Madrid para reinventarse y seguir adelante. El pasado del Matadero, aunque sombrío, es una parte integral de su identidad, enriqueciendo la experiencia de aquellos que lo visitan y recordando la importancia de la memoria histórica en la construcción del presente y el futuro.
WEB Oficial: mataderomadrid.org
