La Taberna Errante, situada en el corazón de La Latina, ha emergido como un auténtico referente gastronómico en la ciudad. Conocida por su famosa ensaladilla rusa, este acogedor espacio se destaca además por ser un bar dirigido y mayormente compuesto por mujeres. Esto ha llevado a que, cariñosamente, los vecinos la llamen «El bar de las niñas». En este lugar vibrante, la experiencia no solo se siente en los sabores, sino también en el ambiente cálido que han sabido crear sus propietarias.
El alma de la taberna
Jopi Hidalgo y Elena Vega son las caras visibles de la Taberna Errante. Jopi, con una sólida trayectoria en hostelería, aporta su experiencia al negocio, mientras que Elena, una mujer que se ha reinventado después de estudiar Publicidad, se encarga de la cocina. La increíble química entre ambas se refleja en cada plato que sale de la cocina. Pero hay una tercera socia, Lola Hidalgo, que aunque menos visible, también se convierte en parte del alma del bar, haciendo que este espacio se sienta como un hogar para todos los que lo visitan.
De tapas por Madrid: ruta imprescindible para foodies
La clave de su éxito radica, en gran medida, en la clientela fiel que han cultivado a lo largo del tiempo. Los vecinos del barrio se sienten atraídos por un lugar donde se sirve comida «hecha con amor, mucho amor». Este es un punto central que la taberna resalta en su filosofía. La experiencia se siente auténtica, con un aire de frescura que invita a la gente a entrar y quedarse.
La famosa ensaladilla rusa
La ensaladilla rusa de La Taberna Errante ha logrado convertirse en un plato emblemático que atrae tanto a locales como a turistas. Este éxito ha llevado a Jopi y Elena a abrir un nuevo espacio, por ahora limitado a los domingos, dedicado exclusivamente a este delicioso plato. La idea es que los amantes de la ensaladilla puedan disfrutarla en un espacio más amplio, mientras aprovechan para conocer otros sabores del restaurante.
Pero no se detienen ahí. Aparte de la receta original que todos adoran, han empezado a experimentar con otros sabores. Por ejemplo, han creado una versión con encurtidos y planean introducir otra que incluya gambas. Esto pone de manifiesto que en La Taberna Errante no solo se atienen a una tradición, sino que buscan innovar constantemente.
Más que ensaladilla: un menú variado
Aunque la ensaladilla es el rey indiscutible del menú, este lugar no se limita a un solo plato. La carta también incluye otras delicias que hacen agua la boca. Entre ellas, los boquerones en vinagre son otra estrella. Estos mariscos frescos combinan perfectamente con el ambiente relajado del bar.
Los molletes y gildas también forman parte del repertorio. La elección de estos aperitivos se basa en la calidad de los ingredientes de temporada que utilizan. Cada bocado cuenta una historia, y cada plato refleja el empeño que ponen en su cocina.
Un nuevo local en el Rastro
Con la apertura del nuevo local en el Rastro de Madrid, las propietarias de La Taberna Errante han sabido adaptar su exitoso concepto a un nuevo espacio. Este local adicional, que solo abre los domingos, responde a la creciente demanda por su famosa ensaladilla rusa. Aunque actualmente están limitados en cuanto a horarios, Jopi y Elena no descartan ampliar sus días de operación en el futuro.
La decisión de abrir un nuevo espacio dedicado exclusivamente a la ensaladilla rusa puede parecer arriesgada. Sin embargo, su compromiso con la calidad y la presentación de los platos les ha permitido crear un lugar que no solo cumple con las expectativas de sus clientes, sino que sorprende y deleita constantemente.
Crecimiento y futuro de la taberna
La Taberna Errante no solo está en plena expansión, sino que también se está consolidando como un nombre importante en el mundo del tapeo madrileño. Jopi y Elena tienen claro que quieren seguir creciendo y experimentando con nuevos sabores. Así, su enfoque en ingredientes frescos y recetas innovadoras les permite mantenerse relevantes en un mercado que cambia rápidamente.
Este espacio no es únicamente un lugar para comer, sino que se ha transformado en un punto de encuentro donde las personas se sienten como en casa. Tanto los residentes de La Latina como los visitantes se benefician de la hospitalidad y del cariño que Jopi y Elena ponen en su trabajo.
Sin duda, La Taberna Errante ha sabido ganarse un lugar especial en los corazones de quienes la visitan. Con su combinación de sabores auténticos, un ambiente acogedor y un equipo comprometido, continúan atrayendo a una base de clientes leales. El éxito de su famosa ensaladilla rusa y su creciente presencia en el Rastro son prueba de que, con esfuerzo y dedicación, es posible no solo sostener un negocio, sino hacerlo crecer de manera sostenible.