La A-5, una de las arterias más importantes de Madrid, se prepara para una transformación significativa. A partir del 7 de abril de 2025, el Ayuntamiento de Madrid implementará un corte total del paso inferior de vehículos que conecta la calle de Seseña con la carretera hacia Boadilla del Monte. Este cambio, parte de un ambicioso plan de soterramiento, tiene como objetivo no solo mejorar la circulación vial, sino también reducir el tráfico y las emisiones contaminantes en la zona.
Contexto de las obras
El soterramiento de la A-5 no es solo una obra más; busca reconfigurar el entorno urbano para hacerlo más amigable con los vecinos. La demolición del subterráneo está programada para comenzar en la segunda quincena de mayo, lo que marca el inicio de una nueva etapa. La salida de la calzada norte hacia Boadilla del Monte se mantendrá siempre abierta. Esto es vital para minimizar los inconvenientes a quienes dependen de esta ruta.
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Para facilitar el tránsito durante la construcción, se habilitarán alternativas. Los vecinos podrán desviarse hacia la calle de Los Yébenes, la avenida del Padre Piquer y la recién inaugurada glorieta en la avenida de los Poblados. Este último punto, que entró en funcionamiento el 1 de marzo, permitirá un tránsito más fluido y seguro.
Construcción de un baipás temporal
Desde el lunes 7 de abril, se comenzará a construir un baipás temporal. Este desvío es crucial para que la demolición del paso inferior sea lo más eficiente posible. El tráfico de entrada y salida de Madrid sigue desviado por la calzada norte de la A-5 desde el pasado 10 de febrero. Las autoridades han impuesto una velocidad máxima de 50 km/h en la zona de obras, lo cual es fundamental para garantizar la seguridad de los viajeros.
Comienzan las obras del soterramiento de la A-5 y la creación del Paseo Verde del Suroeste: ¿cómo afectará al tráfico y a los vecinos?
Pensar que este tipo de obras complican la vida de los conductores es normal, pero lo cierto es que, a largo plazo, ¡valdrá la pena! Una vez finalizadas las obras, se prevé una reducción del 90% del tráfico en superficie, un respiro para los 80.000 vehículos que transitan diariamente por esta vía. La planificación busca, más allá del paso vehicular, beneficiarse de un entorno más limpio y sereno.
Impacto sobre el transporte público
Las obras también afectarán al transporte público. La línea 65 de la EMT Madrid, que actualmente pasa por el paso inferior, tendrá que modificar su ruta. El objetivo es asegurar que los usuarios puedan seguir viajando sin problemas, especialmente los vecinos del barrio de Campamento. Se agregarán nuevas paradas en la carretera de Boadilla y también en el barrio de Aluche. Con esta estructura, el Ayuntamiento se preocupa por favorecer la movilidad sostenible y el uso de transporte público.
Espacios verdes y conectividad
Uno de los puntos destacados de este proyecto es la creación del Paseo Verde del Suroeste. Este espacio recuperará, una vez finalizado el soterramiento, el área ocupada por la autovía en beneficio de los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas, que se han sentido desconectados de Campamento y la zona de Casa de Campo. La obra contempla un bulevar peatonal que se extenderá desde la avenida de Portugal hasta la del Padre Piquer, abarcando 3.2 kilómetros de nueva infraestructura.
La idea es priorizar el movimiento peatonal y ciclista, algo que se ha vuelto essential en las ciudades modernas. Se habilitarán carriles específicos para autobuses y vehículos de alta ocupación (bus-VAO), dotados de señalización variable. Esto permitirá que los carriles se ajusten dinámicamente a las necesidades del tráfico en cada momento.
Conclusiones sobre el futuro de la A-5
El soterramiento de la A-5 representa una nueva era para la movilidad en Madrid. La eliminación de un 90% del tráfico en superficie no solo mejorará la calidad de vida de los habitantes, sino que también reducirá las emisiones contaminantes. A través de esta reconfiguración, se busca integrar los distritos vecinos de manera más armoniosa, promoviendo un entorno que favorezca tanto a vehiculares como a peatones y ciclistas.
La transformación de la A-5 simboliza un paso hacia un futuro más sostenible, poniendo de relieve la importancia de la planificación urbana consciente y efectiva. A pesar de los inconvenientes que las obras pueden causar a corto plazo, el beneficio a largo plazo para la calidad del aire, el tráfico y el bienestar ciudadano será invaluable.
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