La ciudad de Madrid siempre está en movimiento, buscando transformarse y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En este contexto emerge uno de los proyectos urbanísticos más interesantes del momento: Parque Ventas. Este ambicioso proyecto conectará las dos márgenes de una de las arterias más transitadas de la ciudad, la M-30, a la altura de Ventas y se perfila como un oasis de tranquilidad en medio del bullicio urbano.
Un nuevo espacio verde en la capital
Con una superficie de 16.370 metros cuadrados, Parque Ventas se convertirá en un espacio verde icónico que unirá las dos márgenes de la M-30. La obra, supervisada por la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, se extenderá hasta la primavera de 2027 y contará con una inversión de 78,9 millones de euros.
La revolución de la M-30: hacia una gestión 100% municipal
Este proyecto no solo conectará físicamente dos áreas de la ciudad mediante ocho pasarelas peatonales, sino que también ofrecerá zonas ajardinadas y estanciales que invitarán al ocio y la recreación.
Detalles del proyecto
La transformación del área sobre la M-30 no es únicamente un cambio estructural. El diseño incluye la plantación de 960 nuevos árboles y más de 48.800 arbustos, creando un ambiente natural que contrarrestará la jungla de asfalto que normalmente caracteriza esta autopista. En estas zonas verdes se instalarán juegos infantiles, áreas de calistenia y espacios para actuaciones al aire libre, junto a elementos que facilitarán el descanso, como kioscos, fuentes y bancos.
Comunicación y participación ciudadana
Uno de los aspectos más destacables del proyecto es la participación ciudadana. Para informar y comprometer a los vecinos, se distribuirán 5.000 dípticos informativos, que incluirán un código QR con acceso a toda la información sobre Parque Ventas. De estos dípticos, 3.000 se buzonearán directamente a los residentes de las áreas involucradas, mientras que 2.000 estarán disponibles en las juntas municipales de Salamanca y Ciudad Lineal. Esta estrategia garantiza que los vecinos estén al tanto de los cambios previstos y facilitando una transición sin contratiempos.
Impacto en la movilidad
Durante la fase de obras, que ya ha comenzado, se están llevando a cabo ajustes en el tráfico nocturno. Entre los días de semana, se han cerrado temporalmente algunos carriles en la M-30 para poder trabajar en los cimientos. A partir del 1 de julio, se iniciará la instalación de los pilotes. Durante este tiempo, se ocupará un carril en dirección norte, mientras que los carriles hacia el sur se mantendrán aunque con una reducción en su ancho. Este ajuste temporal en la circulación es un pequeño precio a pagar por el beneficio a largo plazo que traerá el proyecto a los madrileños.
Un esfuerzo en sostenibilidad
El proyecto de Parque Ventas no solo se centra en hacer un mejor uso del espacio urbano, sino que apuesta por un desarrollo sostenible y ecológico. La introducción de un gran número de árboles y arbustos no solo embellecerá la zona, sino que también contribuirá a la reducción de emisiones de CO2, mejorando la calidad del aire en una de las áreas más congestionadas de Madrid. Los espacios verdes son vitales para mitigar el efecto isla de calor que se da en las ciudades, razón por la cual estos esfuerzos son tan importantes para el bienestar urbano.
La visión a futuro
Para muchos, Parque Ventas simboliza el futuro de la urbanización responsable. Al “coser” una brecha urbana existente, el proyecto no solo facilitará el tránsito y conectividad entre zonas, sino que creará una nueva área de ocio y convivencia para los ciudadanos. Con la transformación del espacio, no solo se mejora la relación de la ciudad con sus habitantes, sino que se revaloriza una zona hasta ahora infrautilizada.
El compromiso del Ayuntamiento de Madrid de transformar el área del puente de Ventas en un pulmón verde representa una victoria para los ciudadanos, vaticinando un enclave donde podrán disfrutar de la naturaleza sin tener que abandonar la metrópoli. En este sentido, Parque Ventas se perfila no solo como un proyecto de infraestructura, sino como un testimonio del poder transformador de una visión urbana sostenible y participativa.