Las obras en el Paseo de la Castellana están pasando a una nueva fase, y con ello llegan cambios significativos en la movilidad de la ciudad. Estas obras, que forman parte del Proyecto Parque Castellana, marcarán un antes y un después en el tráfico de la zona. Vamos a sumergirnos en lo que significa esta nueva etapa y cómo afecta a la vida diaria de los madrileños.
Segunda fase de las obras
La segunda fase de las obras en el Paseo de la Castellana comenzó el lunes 4 de agosto, abarcando desde la calle Sinesio Delgado hasta el famoso Nudo Norte. Este proyecto implica el corte completo de los carriles centrales. ¿La razón? Avanzar en el soterramiento de la vía. Este corte será una constante hasta diciembre de 2026, un largo periodo durante el cual los madrileños deberán ajustarse a nuevas normas de circulación.
Manteniendo el flujo de tráfico
Aunque el corte puede sonar alarmante, hay un plan para mantener la circulación fluida. En el sentido norte-sur, se dispondrá de dos carriles en el margen de las fincas impares. Mientras tanto, en sentido sur-norte, habrá tres carriles disponibles, reservando uno exclusivamente para autobuses que conectan directamente con el Nudo Norte. Estos cambios buscan minimizar las molestias, asegurando que tanto conductores como usuarios del transporte público pueden moverse adecuadamente.
Planes de movilidad y rutas alternativas
Para lidiar con los ajustes, el Ayuntamiento de Madrid ha definido itinerarios alternativos. Si conduces, aquí tienes algunos consejos para evitar el estrés del tráfico:
– Hacia la M-607: Desde Cuzco, las calles de Sor Ángela de la Cruz y Valle de Mena te conducirán a la avenida de la Ilustración. Desde Plaza de Castilla, la avenida de Asturias y Ginzo de Limia son opciones efectivas.
– Desde la M-607 hacia Castellana: Usa la avenida de la Ilustración y Monforte de Lemos o Ginzo de Limia, dependiendo de tu punto de partida.
Visto bueno al proyecto de ejecución del Parque Castellana
– Hacia la A-1 o M-11: Desde Cuzco, la avenida de Alberto Alcocer y Costa Rica son las principales rutas. Si partes desde Plaza de Castilla, las calles Mateo Inurria y Pío XII son tus aliadas.
Todo esto va acompañado de un despliegue de la Policía Municipal y Agentes de Movilidad para asegurarse de que no se desaten pequeños caos en las estaciones de cruce.
Cambios en el transporte público
Mientras el tráfico cambia, el transporte público no se queda atrás. La Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) se ha adaptado al nuevo escenario. Un total de 13 líneas de autobús, incluidas 11 diurnas, una nocturna y un servicio especial, harán ajustes en sus rutas. Además, 34 líneas de autobuses interurbanos también modificarán sus recorridos.
Paradas provisionales se han habilitado en Ginzo de Limia y en el entorno de Cuatro Torres, facilitando el acceso a lugares clave como La Paz y el mencionado metro. Afortunadamente, las líneas nocturnas no verán alterados sus habituales trayectos, y la línea 10 de metro tendrá refuerzos en su frecuencia en horas punta.
No olvidemos que la mejor manera de estar al tanto del día a día es consultar las páginas web de EMT Madrid y el Consorcio Regional de Transportes de Madrid. Allí encontrarás actualizaciones y posibles alteraciones en tiempo real.
Recomendaciones finales
Estas obras, aunque necesarias, representan un enorme desafío logístico tanto para el gobierno local como para todos los vecinos de Madrid. El uso del transporte público se recomienda como la mejor manera de evitar atascos y demoras. Además, estar informado sobre los cambios diarios es crucial para navegar con el menor estrés posible por la ciudad.
El tráfico en una gran ciudad es una bestia compleja, y cada pequeño cambio puede tener un impacto significativo. A medida que nos adentramos en los próximos años de cambios en Castellana, la preparación y la paciencia serán nuestras mejores aliadas.
—