Cuando Rafa Salinas fundó Dulce Safari, quizás no imaginó que unos años más tarde su concepto de brunch se convertiría en lo que muchos han bautizado como el más salvaje de Madrid. Con siete locales en la capital y otros dos en Sevilla y Córdoba, Dulce Safari ha llevado el concepto de brunch a otro nivel, literalmente. Aquí no se trata solo de una comida tardía; es toda una experiencia que fusiona buen café, seductoras tartas de queso y una carta de cócteles que haría bailar a cualquiera.
Un brunch que no discrimina horarios
Dulce Safari se caracteriza por su enfoque completamente diferente hacia el brunch. ¿Quién necesita un horario específico cuando puedes disfrutar del placer de comer bien a cualquier hora? La oferta de brunch está disponible toda la semana y no entiende de etiquetas. Esto lo convierte en el refugio perfecto para quienes desean saborear algo más que un simple desayuno tardío.
Por tan solo 25 euros, la experiencia comienza con una bebida caliente a elegir entre un café orgánico español de tueste cuidadoso o una infusión reconfortante. A esa bebida la acompañan un zumito de naranja fresco y tres suculentos pases que prometen hacer vibrar las papilas gustativas. Dulce Safari ha invertido en reinventar incluso lo más básico, desde una tostada con o sin semillas cubierta de delicias como salmón, jamón serrano o pechuga de pavo, hasta los básicos pero infalibles mini croissants.
La elección es fundamental
Llegado el segundo pase, la verdadera cuestión es qué elegir entre la variedad de sabores gourmet que propone la carta. Los Masaïs, simpáticos sándwiches, pueden ser mixtos o atreverse con pulled pork o la caprese, combinando sabores de una forma única. ¿Te atreves mejor con un wrap de salmón o pollo teriyaki? No podemos olvidarnos de los Baobabs, esos pan baos maravillosos de pollo teriyaki y pulled pork BBQ. Siempre queda la opción de la Karibú, la pizzeta más atrevida con opciones como mortadela y trufa, burrata con tomate confitado o incluso una versión vegana. Y claro, para quien quiera optar por algo más ligero, hay ensaladas de salmón o pollo o pavo parmi.
Las tartas de queso, la estrella del espectáculo
El show culinario culmina, cómo no, con el tercer pase, donde las famosas cheesecakes de Dulce Safari hacen su entrada triunfal. Estas delicias han conquistado no solo a sus comensales regulares sino a personalidades como Georgina Rodríguez y Pablo Alborán. Con versiones tan variadas como Jirafa (la clásica), Tortuga (con pistacho) o Pantera (con Nutella), entre otras, estas tartas son tan memorables que es imposible no hablar de ellas. Quizás la favorita sea la audaz combinación de queso y galleta Lotus en forma de Gacela.
Un toque de coctelería clásica
Como si no fuera suficiente, por apenas 5 euros más, puedes agregar uno de los increíbles cócteles preparados al instante. Desde el refrescante Daiquiri de mango o el clásico Bloody Mary, hasta una Margarita de maracuyá, la coctelería de Dulce Safari complementa a la perfección la experiencia del brunch y añade un toque de sofisticación.
Expansión sin límites
Dulce Safari ha demostrado que no tiene intención de quedarse quieto. Con nueve locales y una web que ofrece entregas a domicilio por toda la península, la marca ha sabido adaptarse a lo que sus clientes demandan. El servicio de catering y eventos privados ha conseguido un sólido lugar entre las celebridades y está despertando el interés de todo Madrid.
Ya sea que estés en la Ronda de Atocha o explorando La Moraleja, cada uno de los locales ofrece un ambiente cálido y acogedor. Y si piensas que esto es solo el comienzo, seguramente tienes razón. Dulce Safari se encuentra en pleno proceso de expansión nacional, y su presencia seguirá conquistando paladares por toda España.
Así que la próxima vez que pienses en brunch y no quieras quedarte con una opción común, recuerda que en Dulce Safari la jungla de sabores te espera para que vivas una experiencia salvaje y única.
