CULTURA y OCIO Museo Nacional del Prado

El Museo del Prado se reinventa: cambios en la conservación e investigación

El Museo Nacional del Prado siempre ha sido un referente en el mundo del arte. Pero en un entorno que cambia constantemente, no sorprende que la célebre institución decida hacer algunos ajustes importantes. La Comisión Permanente del Real Patronato del Museo ha aprobado una reestructuración que revolucionará la Conservación e Investigación del museo. Así que, ¿qué significa esto realmente? Vamos a desmenuzar cada aspecto.

once Jefaturas de Colección

Un nuevo enfoque en la organización

La reordenación anunciada por el director del Prado, Miguel Falomir Faus, promete otorgar una estructura más ágil y efectiva al museo. Esto es crucial, dado que se ha manejado un gran número de obras —más de 40 mil piezas, entre pinturas, esculturas, artes decorativas, dibujos y estampas.

El Museo del Prado: historia y legado de una joya mundial del arte

Esta nueva estructura disemina las responsabilidades en once jefaturas de colección. Cada una de ellas contará con un jefe que dependerá directamente del nuevo director adjunto de Conservación e Investigación, Alfonso Palacio Álvarez. Esto no solo fomenta una comunicación más fluida entre los distintos departamentos, sino que también asegura que se le preste la debida atención a cada rama del arte.

Asignación de responsabilidades

Las jefaturas que forman esta nueva estructura son bastante específicas, lo cual sugiere una atención minuciosa a las características de cada colección. Desde la pintura hasta la escultura, cada sección tendrá su propio guardián. Aquí hay un vistazo rápido a quién se encargará de qué:

Jefe de Colección de pintura europea hasta 1500: Joan Molina Figueras.

Jefe de Colección de pintura flamenca y escuelas del norte: Alejandro Vergara Sharp.

Jefa de Colección de pintura española del Renacimiento: Leticia Ruiz Gómez.

Jefe de Colección de pintura española del Barroco: Javier Portús Pérez.

Jefe de Colección de pintura del siglo XVIII y Goya: Andrés Úbeda de los Cobos.

Jefa de Colección de pintura italiana del Renacimiento: Ana González Mozo.

Jefe de Colección de pintura italiana del Barroco: David García Cueto.

Jefe de Colección de pintura del siglo XIX: Javier Barón Thaidigsmann.

Jefe de Colección de dibujos y estampas: José Manuel Matilla Rodríguez.

Jefe de Colección de escultura hasta 1700: Manuel Arias Martínez.

Jefa de Colección de escultura desde 1700 y artes decorativas: Leticia Azcue Brea.

Cada uno de estos jefes no solo tiene la tarea de gestionar su colección, sino también de investigar y conservar estas obras de arte que han dejado huella en la historia.

Un cambio que respeta la tradición

Una de las figuras más interesantes en este nuevo esquema es Andrés Úbeda de los Cobos. Tras dirigir durante seis años la parte de Conservación e Investigación, ahora asumirá el cargo de jefe de colección de pintura española del siglo XVIII y Goya. El plazo es interesante, ya que en 2028 se celebrará el doscientos aniversario del fallecimiento de Goya. Sin duda, esto brindará una oportunidad para reexaminar el legado del maestro español.

Nuevos líderes y continuidad del legado

En la misma reunión donde se aprobó esta estructura, se nombró a Reyes Carrasco Garrido como la nueva Coordinadora General de Conservación y Gestión de la Colección. Su experiencia será crucial para llevar a cabo esta transición, especialmente tras la partida de Víctor Cageao Santacruz, quien ahora lidera la Galería de las Colecciones Reales.

La decisión de integrar el Área de Relaciones Institucionales bajo la nueva Dirección de Comunicación y Asuntos Corporativos también revela un enfoque más unificado en la gestión del museo. Esto podría facilitar la comunicación entre las diferentes entidades del museo, haciéndolo aún más accesible y atractivo para los visitantes.

La importancia del cambio en la conservación

Al reorganizar el museo, se prioriza la conservación del patrimonio cultural. La separación de las jefaturas permite que cada uno de estos expertos se enfoque en su área, promoviendo un ambiente en el que el conocimiento profundo de cada colección se vuelve esencial. Esto resulta fundamental para el mantenimiento y la preservación de obras que, a menudo, enfrentan el deterioro con el paso del tiempo.

El Prado no solo debe cuidar de lo que ya tiene; también debe investigar y generar conocimiento sobre esas obras. Por lo tanto, el esfuerzo hacia la conservación es tanto técnico como académico.

La mirada hacia el futuro

Con esta nueva reestructuración, el Museo Nacional del Prado se posiciona para afrontar los retos del futuro. Ya sea en términos de conservación, investigación o comunicación, estos cambios podrían cambiar la forma en que el museo interactúa con su audiencia. A medida que el museo se adapta a las necesidades de los tiempos modernos, su esencia sigue siendo la misma: proteger y enriquecer nuestra cultura artística.

Con estos cambios, el Prado demuestra que, aunque honre su rica historia, también está más que listo para innovar y evolucionar. Así, cada uno de los nuevos jefes de colección desempeñará un papel crucial en la escritura del próximo capítulo del legado del museo.