CULTURA y OCIO Reina Sofia Museo

El regreso del “Gran Profeta” de Pablo Gargallo al Museo Reina Sofía

El Museo Reina Sofía ha decidido sorprendernos nuevamente al devolver al auténtico protagonista de su colección: la majestuosa escultura “Grand Prophète” de Pablo Gargallo. Este gigante de más de dos metros no es solo un montón de metal; es una obra maestra que habla a través del tiempo y el espacio desde el Jardín del edificio Sabatini.

El Gran Profeta de Pablo Gargallo

Una obra monumental de la escultura moderna

Pablo Gargallo, aunque no tan conocido como su contemporáneo Picasso, es una figura fundamental en el mundo del arte. Este zaragozano es uno de los tres titanes de la escultura moderna española en París, compartiendo podio con Julio González y Pablo Picasso. Si de algo se puede jactar Gargallo, es de su habilidad para dar vida al metal. Su destreza reside en transformar la frialdad del metal en formas cargadas de emoción y estilo.

La escultura “Grand Prophète”, creada en 1933, es su legado más grandioso. ¿Por qué? Pues, no es solo su tamaño imponente lo que llama la atención, sino la manera en que el bronce parece haberse convertido en algo etéreo y casi transparente. Este efecto se debe al genial uso de las técnicas de fundición, las cuales eran un desafío para la época.

Entradas Museo Reina Sofia

Tras modelar primero en escayola, el maestro zaragozano se enfrentó a limitaciones económicas que solo permitieron fundir en bronce esta obra de forma póstuma, en 1936. Imagina eso: una obra que casi no llega a completarse, ahora se erige con orgullo como un icono de la vanguardia del siglo XX.

Del dibujo a la tridimensionalidad

La fascinación de Gargallo por los profetas comenzó en 1904, con bocetos rápidos de un profeta barbudo. San Juan Bautista fue su inspiración inicial. Este interés evolucionaría hacia la creación tridimensional. Un paso notable en esta dirección fue “Étude de Prophète” de 1926, una pieza en cobre que aún forma parte de las joyas del Museo Reina Sofía.

La fascinante obra de Huguette Caland en el Reina Sofía: un viaje entre arte y política

El “Grand Prophète” se presenta, así, como la culminación de este viaje artístico. En 1934, el mundo finalmente pudo admirar esta obra en su versión en escayola: primero en la galería Brummer de Nueva York, luego en la sala Parés de Barcelona. E. Tériade, un influyente editor, no perdió la oportunidad de presentarla en la revista “Minotaure” en el mismo año. Todos estos eventos cimentan su estatus como un clásico imperdible.

El intercambio de esculturas y las nuevas oportunidades

El regreso del “Grand Prophète” no sucede en un vacío. La instalación de esta estatua concuerda con la retirada del icónico “pájaro lunar” de Joan Miró, que emprende su vuelo hacia la Llotja de Palma para una exposición especial. Este intercambio de tesoros entre museos brinda una nueva oportunidad de explorar y redescubrir estas obras.

El Reina Sofía: de hospital a epicentro del arte contemporáneo

La exposición que recibirá la obra de Miró se titula “Paysage Miró. De les trobades i de l’atzar en Miró”. Esta colaboración entre el Museo Reina Sofía y otros espacios museísticos asegura una rotación de piezas que promete deleitar a los aficionados al arte donde quiera que vayan.

La influencia y el legado perdurable de Gargallo

Hoy en día, las contribuciones de Pablo Gargallo continúan resonando. Su trabajo con metales, su capacidad para infundir ligereza y movimiento a lo que tradicionalmente se considera un material pesado, sigue siendo estudiado y admirado. Las exposiciones periódicas de sus obras, como lo que ahora acontece en el Museo Reina Sofía, sirven para recordarnos el impacto que tuvo en el desarrollo del arte moderno.

La vuelta del “Grand Prophète” a su lugar de exhibición no es solo el regreso de una estatua a un jardín; es el regreso de una pieza de la historia del arte, una obra que nos invita a adentrarnos en la mente y el talento de un creador fuera de serie.

Con cada mirada, cada ángulo y cada sombra, Gargallo nos ofrece una nueva interpretación, recordándonos por qué estas obras permanecen en los corazones y las mentes de quienes las contemplan.