Una renovación marcada por contratiempos
La remodelación de la plaza del Carmen, en el corazón de Madrid, avanza hacia su finalización después de varios años de obras y un importante retraso en los plazos previstos. Originalmente programada para concluir en otoño de 2023, la aparición de amianto en el aparcamiento subterráneo obligó a detener los trabajos y activar estrictos protocolos de retirada. Este contratiempo, sumado a otros problemas técnicos como la localización de una línea eléctrica imprevista, ha postergado la reapertura de la plaza hasta finales de 2024.
El hallazgo de amianto en el aparcamiento
Durante las obras de reforma del parking municipal, se detectaron fibras de amianto en la estructura subterránea, un material prohibido por su potencial riesgo para la salud. La concesionaria encargada de los trabajos, Gyocivil, comunicó el hallazgo a las autoridades correspondientes, activando los protocolos de seguridad requeridos.
El proceso de retirada fue llevado a cabo por una empresa especializada, bajo supervisión del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Según fuentes municipales, todas las medidas de protección se implementaron para garantizar la seguridad de los trabajadores y los vecinos. Tras la limpieza, un certificado aseguró la eliminación total de los restos de amianto.
Este imprevisto retrasó significativamente los trabajos, sumando un año más al calendario inicialmente previsto.
Una reforma que busca transformar la plaza
El proyecto de la plaza del Carmen, gestionado por la UTE Empark-Gyocivil, tiene como objetivo transformar este espacio en un lugar más habitable y accesible. Las intervenciones incluyen:
- Reorganización del tráfico, priorizando el tránsito peatonal y mejorando las conexiones entre la plaza y las calles cercanas, como Montera.
- Ampliación de zonas verdes, con parterres vegetales y nuevos árboles que sustituyen a los ejemplares talados.
- Rehabilitación del aparcamiento subterráneo, que llevaba cerrado desde 2020 por problemas estructurales y filtraciones.
Polémicas en torno al proyecto
El camino hacia la renovación de la plaza no ha estado exento de controversias. Uno de los puntos más criticados ha sido la tala de 28 árboles y el traslado de otros 31 ejemplares, lo que generó preocupación entre los vecinos por la pérdida de sombra y vegetación en el espacio público.
Además, el diseño del aparcamiento, inicialmente propuesto por un hotel de lujo situado en la plaza, ha levantado suspicacias. Este plan incluye un acceso directo desde el parking al hotel y la reubicación de la rampa de entrada, lo que ha llevado a cuestionar la imparcialidad del proyecto.
Un aparcamiento renovado, pero con costes elevados
La reforma del aparcamiento subterráneo es uno de los ejes centrales del proyecto. Con una capacidad de 507 plazas, el nuevo parking contará con áreas para residentes, comerciantes, carsharing y micrologística. También incluirá plazas para bicicletas y vehículos eléctricos, alineándose con las tendencias de movilidad sostenible.
Sin embargo, los precios para los vecinos han generado debate. El abono mensual para residentes será de 160 euros, muy por encima de otros aparcamientos públicos del centro, como el de Luna-Tudescos (70 euros) o el de Cortes (1 euro). Este coste elevado ha sido señalado como una barrera para los residentes de la zona.
Zonas verdes y accesibilidad mejorada
A pesar de las críticas, el proyecto promete una plaza más accesible y amigable. La reorganización del tráfico ha reducido la circulación de vehículos, dando prioridad a los peatones y aumentando los espacios de descanso.
Las áreas verdes han ganado protagonismo en el diseño final, aunque la pérdida de árboles maduros sigue siendo un punto de discordia. Los nuevos parterres y la vegetación plantada están diseñados para mejorar el entorno y mitigar el impacto del calor urbano, pero llevará tiempo antes de que estos cambios sean plenamente visibles.
Reapertura prevista para finales de 2024
Con los trabajos en su etapa final, la plaza del Carmen se prepara para reabrir al público hacia finales de este año. Este proyecto, que debía concluir en 2023, ha enfrentado desafíos técnicos y polémicas, pero busca ofrecer un espacio renovado que combine funcionalidad, sostenibilidad y modernidad.
La intervención promete un equilibrio entre las necesidades residenciales y comerciales, aunque algunos aspectos, como el coste del aparcamiento, siguen generando debate.