En pleno auge de las redes y los algoritmos, aparece una comunidad de mujeres decidida a redefinir el networking: “Mujeres que comen”, un fenómeno social que ha celebrado una década transformando cenas en conexiones sinceras y memorables. Esta comunidad emergente tuvo su origen en una cena descomplicada entre amigas en Madrid, convirtiéndose rápidamente en un referente que ha cruzado fronteras dentro de España, alcanzando ciudades como Barcelona, Bilbao, Oviedo, Valladolid, y próximamente Sevilla.
El genio detrás del concepto
La mente maestra detrás de esta colorida red es Estefanía Ruilope, cariñosamente conocida como Chefi. Con más de dos décadas de experiencia como periodista freelance en revistas de estilo de vida, Chefi no solo escribe sobre conexiones humanas, las crea con dinamismo y pasión. Su habilidad para conectar a las personas la llevó a concebir “Mujeres que comen”, un espacio donde la microinfluencia crece de manera orgánica, premiado incluso por la revista ELLE Gourmet como Proyecto Innovador.
Esta comunidad de mujeres incluye profesionales de una amplia variedad de campos, con edades entre los 35 y 55 años, muchas de las cuales son empresarias exitosas. Más allá del trabajo, todas comparten intereses por la gastronómica, la moda, y la cultura, dando pie a una red natural de apoyo y crecimiento personal y profesional donde la inspiración fluye como el vino en sus cenas.
Cenas y risas: el corazón de la comunidad
Las cenas, organizadas religiosamente cada dos meses, son el eje central de “Mujeres que comen”. En estos eventos, más de 150 mujeres se congregan en emocionantes locales que brindan el ambiente perfecto para formar lazos. La fórmula es sencilla pero efectiva: buena comida, buena compañía y un ambiente relajado. Estos encuentros no solo son un festín gastronómico, sino también el campo de cultivo perfecto para amistades duraderas.
Expansión y experiencia
Con la creciente interés de otras ciudades, la expansión ha sido inevitable. Lugares como Bilbao, Barcelona, Oviedo y Valladolid han recibido su dosis de “Mujeres que comen”, y Sevilla se une pronto a la lista. Sin embargo, más allá de las cenas, la comunidad explora otros terrenos para fomentar conexiones más profundas. Retiros de salud y bienestar, talleres de cosmética, charlas culturales y catas se suman al repertorio de actividades, permitiendo que el enfoque se expanda más allá de lo culinario.
El apoyo de grandes marcas
Parte del éxito de “Mujeres que comen” se debe al respaldo de marcas reconocidas que han visto el potencial en esta innovadora comunidad. Firmas de renombre de distintos sectores, desde la belleza con Dyson y Guerlain, pasando por la moda con Mint&Rose, hasta la tecnología con LG, respaldan las aventuras de estas mujeres. Este respaldo empresarial no solo legitima la comunidad ante el mercado, sino que ofrece a las participantes oportunidades únicas de explorar, aprender y disfrutar en buena compañía.
Más allá de las cenas: un futuro prometedor
Con una red que no para de crecer, “Mujeres que comen” no muestra signos de desaceleración. Mientras celebran su décimo aniversario, el futuro augura aún más ciudades, más experiencias, y más mujeres que se unen para compartir sus historias y su pasión por la vida. Con espíritu de aventura y camaradería, esta comunidad continuará comiendo la vida a bocados, demostrando que las relaciones auténticas se forjan con el mismo cuidado que una buena receta.
El auge de las mujeres chefs: un reconocimiento merecido en la cocina española
Mujeres que comen es más que un grupo de mujeres que disfrutan de cena juntas. Es una red de apoyo, inspiración y crecimiento personal que transforma simples encuentros en experiencias inolvidables. En un mundo donde el networking puede parecer una tarea difícil y desconectada, esta peculiar comunidad saca el lado más humano, demostrando que la conexión genuina sigue siendo el ingrediente esencial del progreso.