El Ayuntamiento de Madrid ha culminado una serie de obras de renaturalización y mejora de accesibilidad en el entorno del Castillo de la Alameda, situado en el distrito de Barajas. Este proyecto, que ha supuesto una inversión de 1,6 millones de euros, tiene como objetivo revitalizar una zona verde que, hasta ahora, se encontraba parcialmente urbanizada y en mal estado, especialmente en su mitad norte, donde la vegetación era escasa y los caminos estaban deteriorados.
Además de la intervención paisajística, el proyecto ha sacado a la luz importantes hallazgos arqueológicos que permiten reconstruir la historia de la zona, mostrando su ocupación desde el 2.800 a.C. hasta la época visigoda en los siglos VI y VII d.C.
Una intervención sostenible y verde
La intervención ha traído consigo un importante esfuerzo por incrementar la biodiversidad y mejorar la calidad ambiental del área. Se han plantado 355 nuevos árboles, 18.252 arbustos y 6.373 metros cuadrados de pradera, con el objetivo de crear un entorno más saludable para los vecinos. Esta nueva vegetación no solo embellecerá la zona, sino que también contribuirá a mitigar el efecto de isla de calor y proporcionará sombra y refugio para la fauna local.
Para asegurar el mantenimiento adecuado de este nuevo pulmón verde, se ha instalado un sistema de riego automático, que optimizará el uso del agua, especialmente en los meses más secos. Junto con la red de alumbrado, que garantizará la seguridad en los paseos nocturnos, se ha mejorado el drenaje de aguas pluviales para evitar inundaciones y mantener los caminos en buen estado.
Una de las novedades más visuales es la incorporación de muros de gaviones para contener los desniveles del terreno. Estas estructuras, compuestas por piedras y mallas de acero galvanizado, no solo cumplen una función práctica, sino que también aportan un elemento estético que se integra con el paisaje.
Accesibilidad y mobiliario urbano
Con el fin de hacer el espacio más accesible para todos, se han reparado los caminos pavimentados y se ha creado una red de accesos que conectan el CEIP Ciudad de Zaragoza, el IES Alameda de Osuna y varias calles del barrio. Estos caminos permiten una comunicación fluida entre diferentes puntos del distrito y facilitan el paseo entre las nuevas zonas ajardinadas.
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Asimismo, se ha colocado nuevo mobiliario urbano, incluyendo bancos y papeleras, diseñados para fomentar el uso de los espacios públicos como lugar de encuentro y descanso. La intervención no solo ha transformado el entorno, sino que también ha mejorado la calidad de vida de los vecinos, quienes podrán disfrutar de un espacio renovado, cómodo y seguro.
Un viaje en el tiempo: hallazgos arqueológicos
Durante las obras de renaturalización, se han descubierto importantes restos arqueológicos que demuestran la existencia de asentamientos en la zona durante diferentes épocas históricas. Los restos más antiguos datan del período calcolítico, entre los años 2.800 y 2.500 a.C., y consisten en fragmentos de cerámica doméstica, como ollas y cuencos, cocidos en el suelo y sin apenas decoración.
De la Primera Edad de Hierro, entre los años 800 y 500 a.C., se han encontrado restos de pequeñas cabañas circulares y alargadas, conocidas como «longhouse», que eran utilizadas por familias numerosas o como lugares de reunión. Estos hallazgos sugieren que la actividad principal de los asentamientos era agrícola y ganadera.
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La Segunda Edad de Hierro, entre los años 500 y 100 a.C., dejó vestigios de un horno alfarero, lo que indica una cierta especialización en las tareas productivas de la comunidad. También se han hallado restos de cerámica de la época visigoda, que muestran un proceso de producción menos refinado, con decoraciones sencillas basadas en incisiones lineales.
Todos estos descubrimientos enriquecen el conocimiento sobre la historia de Madrid, revelando detalles sobre la vida cotidiana de sus antiguos habitantes. Los restos cerámicos han sido trasladados al Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid, en Alcalá de Henares, para su conservación y estudio.
Un espacio renovado para el disfrute de todos
Para acercar estos hallazgos arqueológicos a los vecinos y visitantes, se han instalado carteles informativos en los puntos donde se realizaron los descubrimientos. El ámbito del Castillo de la Alameda estará abierto en las próximas semanas, permitiendo a todos disfrutar de un entorno verde renovado y de su valioso patrimonio histórico.
Con este proyecto, el Ayuntamiento de Madrid no solo ha conseguido revitalizar una zona verde clave del distrito de Barajas, sino que también ha reforzado su compromiso con la sostenibilidad, la accesibilidad y la conservación del patrimonio histórico. El equilibrio entre naturaleza, infraestructura y cultura es la base sobre la que se asienta esta intervención, que promete mejorar la calidad de vida de los madrileños y preservar la historia de la ciudad.