Madrid está a punto de iniciar una de sus obras urbanísticas más ambiciosas: el soterramiento de la A-5 y la creación del Paseo Verde del Suroeste. Este proyecto, que arrancará antes del 15 de octubre, afectará de manera significativa a la circulación en la zona comprendida entre la avenida de Portugal y la avenida del Padre Piquer, pero también traerá grandes mejoras para los vecinos y el entorno una vez finalizado.
¿En qué consisten las obras?
El soterramiento de la A-5 forma parte de un plan integral de transformación urbana liderado por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, que dirige Borja Carabante. El objetivo principal es reducir la cantidad de tráfico en superficie y recuperar para los vecinos el espacio que actualmente está ocupado por esta autovía. Al mismo tiempo, se pretende mejorar la conexión entre los barrios de Lucero, Aluche, Las Águilas, Campamento y Casa de Campo, que actualmente están separados por esta gran vía.
La ciudad se enfrenta a grandes obras que transformarán su movilidad
El proyecto también incluye la creación del Paseo Verde del Suroeste, un corredor que tendrá un total de 3,2 kilómetros y que dará continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal. Se priorizará la movilidad peatonal y ciclista, y aunque habrá espacio para el tráfico de vehículos, estará dimensionado para atender los recorridos locales y el transporte público, lo que reducirá en un 90 % los vehículos que circulan en superficie y las emisiones contaminantes.
Un túnel para aliviar el tráfico
Bajo tierra, el nuevo túnel que se construirá tendrá tres carriles por sentido, distribuidos en dos vanos. Los carriles más próximos a la mediana estarán reservados para el bus-VAO, es decir, serán carriles exclusivos para autobuses y vehículos de alta ocupación, lo que fomentará el uso del transporte público y compartido. Esta infraestructura flexible permitirá adaptar su uso a las necesidades del tráfico en cada momento, regulándose mediante señalización variable.
Las obras se dividirán en dos lotes: el primero, desde la avenida del Padre Piquer hasta Batán, incluirá la construcción de una nueva glorieta en la avenida de los Poblados, al sur de la A-5, que será esencial para reorganizar la movilidad en la zona. El segundo lote, desde Batán hasta la avenida de Portugal, incluirá la obra civil, el viario en superficie y las conexiones necesarias con el túnel ya existente en la avenida de Portugal.
Impacto en el tráfico: medidas para minimizar las molestias
Es inevitable que una obra de esta envergadura cause molestias, especialmente en cuanto al tráfico. El Ayuntamiento ha diseñado un plan de movilidad en coordinación con la Comunidad de Madrid para reducir al máximo los efectos sobre los conductores y los vecinos de la zona. La capacidad de la A-5 se verá reducida, ya que a lo largo de los próximos meses se irán ocupando uno o varios carriles, dependiendo de las necesidades de cada fase. Sin embargo, en los momentos más críticos, se mantendrán al menos dos carriles por sentido.
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Además, se han planificado una serie de medidas para reforzar el transporte público y ofrecer itinerarios alternativos. Algunas de las medidas más destacadas son:
- Refuerzo del 7,3 % en las líneas de autobús EMT que se verán directamente afectadas por las obras, como la línea 36 Atocha-Campamento, la línea 39 Plaza de España-San Ignacio y la línea 65 Benavente-Gran Capitán.
- Mejora de la frecuencia de la línea de metro ligero ML3 (proveniente de Boadilla del Monte) y de las líneas 5 y 10 de Metro, con un incremento de la oferta de hasta un 9 %.
- Se ha solicitado también el refuerzo de la línea C5 de Cercanías, que podría ayudar a descongestionar la zona.
Itinerarios alternativos para los conductores
Para aquellos que se vean obligados a circular por esta zona, el Ayuntamiento ha establecido una serie de itinerarios alternativos que permitirán evitar las áreas más congestionadas:
- Entrada a Madrid: Se podrá realizar a través de la A-5R y su enlace con la M-40, que permite conectar con la M-30 norte (a través de la M-503) o con la M-30 sur (a través de la A-42).
- Salida desde Madrid: Se puede realizar a través de la conexión de la A-5 con la M-30 sur, utilizando la A-42 o la Vía Lusitana, o a través de la salida de General Ricardos para alcanzar la avenida de los Poblados.
- Vehículos procedentes del norte de la M-30: Se recomienda utilizar la conexión con la A-6, que permite llegar a la M-40 y desde ahí acceder a la A-5 en sentido salida a la altura de Cuatro Vientos.
Señalización y monitorización en tiempo real
El plan de movilidad no se basa solo en ofrecer rutas alternativas, sino también en garantizar que los conductores puedan tomar decisiones informadas mientras están en la carretera. Para ello, se reforzará la señalización en todas las vías principales cercanas a la A-5, como la M-40 y la M-503. Puntos estratégicos de decisión contarán con paneles que informarán a los conductores sobre los cortes de tráfico y las mejores rutas alternativas.
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Además, se utilizará tecnología avanzada para monitorear el tráfico en tiempo real. Con datos obtenidos de fuentes como TomTom, OEM y GPS de aplicaciones móviles, el Ayuntamiento podrá ajustar los desvíos y optimizar el flujo de tráfico a medida que avancen las obras.
Un plan de contingencia ante emergencias
Dada la magnitud del proyecto, el Ayuntamiento también ha diseñado un plan de contingencia para prevenir y controlar cualquier emergencia que pueda surgir durante las obras. Este plan incluirá recursos materiales y humanos para desviar el tráfico o gestionar cualquier incidente sin afectar el desarrollo de la obra o el día a día de los vecinos.
Un cambio necesario para los barrios del suroeste
El soterramiento de la A-5 y la creación del Paseo Verde del Suroeste representan un cambio significativo en la vida de los barrios colindantes. Actualmente, por esta autovía circulan más de 80.000 vehículos diarios, lo que genera ruido, contaminación y divide a los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas de Campamento y Casa de Campo. Una vez terminada la obra, estos barrios quedarán conectados por un corredor verde y peatonal, mejorando la calidad de vida de los vecinos y promoviendo la movilidad sostenible.
En resumen, aunque las obras del soterramiento de la A-5 causarán molestias temporales al tráfico, el resultado final será un entorno más habitable, con menos contaminación y más espacios para peatones y ciclistas. La clave será tener paciencia durante los próximos meses y aprovechar las alternativas que se ofrezcan para facilitar la movilidad.