En el primer trimestre de 2026, comenzará a funcionar el nuevo carril Bus-VAO en la autovía A-2, y promete facilitar la vida de todos los que se desplazan entre Madrid y Alcalá de Henares. Este proyecto ha generado muchas expectativas, no solo por lo que promete, sino por cómo llega a proponer una solución a una congestión que lleva años siendo el dolor de cabeza diario de muchos conductores.

Un proyecto innovador para todos
La idea de este carril no es nueva. Desde 2019, las cuatro entidades responsables —Ayuntamiento de Madrid, Dirección General de Tráfico, Dirección General de Carreteras y Consorcio Regional de Transportes de Madrid— han estado colaborando para finalmente dar luz verde al proyecto, destinado a mejorar la movilidad en el área metropolitana de Madrid. Sobre la mesa, un presupuesto de 13,9 millones de euros, repartido de manera equitativa entre las entidades.
La novedad aquí es que el carril no tendrá barreras físicas. En cambio, el carril izquierdo de cada sentido de la vía se gestionará tecnológicamente. Durante las horas punta funcionará como Bus-VAO, mientras que fuera de esas horas se usará como un carril normal. ¡Todo un cambio de juego!
¿Cómo funcionará el carril Bus-VAO?
Inicialmente, este carril se extenderá desde Madrid hasta Torrejón de Ardoz. Aunque en teoría llega hasta Alcalá de Henares, la primera fase solo cubre el trayecto hasta Torrejón. Por el carril permitirá la circulación de transporte público, motos, vehículos de emergencia y coches con al menos dos ocupantes.
Las zonas de embarque y desembarque se identifican con balizas luminosas, marcas viales y paneles que facilitan el uso del carril. En todo momento, estos elementos informarán sobre si el carril está operativo para el uso Bus-VAO.
Para la entrada hacia Madrid, los puntos de embarque estarán en lugares estratégicos: Torrejón de Ardoz, Rejas y Canillejas. El destino final: la avenida de América. Y para aquellos que salen de la ciudad, los embarques estarán en Arturo Soria/Josefa Valcárcel y el nudo Eisenhower, con desembarques en Canillejas y Rejas.
El carril busca impulsar el uso compartido del coche. Para ello, cuenta con tecnología para vigilar matrículas y detectar ocupaciones, garantizando que solo quienes cumplan las reglas puedan beneficiarse de su uso.
Medidas de prueba y expectación
Aunque se ha establecido el mes de enero como la fecha de inicio, las primeras semanas estarán dedicadas a pruebas. Estas se realizarán para asegurarse de que todos los usuarios entiendan cómo funciona el carril y puedan adaptar sus hábitos de transporte, ya sea optando por el transporte público o compartiendo vehículos.
Las mejoras en accesibilidad han sido un esfuerzo conjunto en Madrid, enfocados a una movilidad sostenible. Y es que mover a la metrópoli requiere cambios valientes y a veces necesarios. En cuanto a la A-2, la cifra es alarmante: 85% de los coches entra a Madrid con un solo ocupante. La congestión lograda en horas punta reduce drásticamente las velocidades de circulación.
¿Por qué este carril es crucial?
Cada día, alrededor de 4,500 coches y 125 autobuses transportan miles hacia la capital. En la práctica, los autobuses mueven más de la mitad de las personas en las horas críticas. Con esta nueva infraestructura, aproximadamente 15,000 viajeros podrán reducir sus tiempos de viaje en un 25%, ¡imaginemos lo que eso significa en ahorro tiempo para todos!
Por último, la implementación de este proyecto también traerá beneficios ambientales. Las estimaciones arrojan que se podrían reducir hasta 900 toneladas de emisiones de CO2 al año. Un respiro en más de un sentido.
Un modelo para el futuro
Este carril Bus-VAO podría ser solo el comienzo. Si demuestra ser efectivo, serviría como modelo para otros corredores, extendiendo esta solución flexible y económica a otras áreas de la región. Si bien grandes ideas como estas siempre tienen un elemento de “esperar y ver”, una cosa es clara: mucha gente está esperando con ansias a ver los resultados en acción.
