Madrid vuelve a demostrar que sabe reinventarse sin complejos. Esta vez lo hace a través de la gastronomía y del ocio urbano. En pleno corazón financiero, donde antes dominaban los trajes y los horarios ajustados, ahora brillan los neones, los farolillos y los aromas asiáticos. Okio Asian Street Market se ha convertido en uno de los espacios más comentados del momento, y no es casualidad.
Ubicado en Azca, en el Paseo de la Castellana, este mercado gastronómico propone un viaje directo a los street markets de Taiwán, Japón o Tailandia sin salir de Madrid. Además, suma un ingrediente clave: diversión. Comer bien aquí es solo el principio.

imagen propiedad de okiomarket.com
Desde su apertura, Okio ha logrado algo complicado. Atrae al público del afterwork, a grupos de amigos, a curiosos gastronómicos y también a quienes buscan planes diferentes. Todo convive en un mismo espacio, con naturalidad y sin artificios.
Azca se rinde al street food asiático
Okio Asian Street Market Azca no aparece por casualidad en Azca. Esta zona, tradicionalmente asociada a oficinas y despachos, vive desde hace años una transformación clara. El ocio, la restauración y los planes nocturnos han ganado terreno. Okio encaja como una pieza clave en ese nuevo ecosistema.
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El mercado ocupa un local amplio, dividido en dos plantas, y juega con una estética muy reconocible. Neones, carteles luminosos, farolillos tradicionales y colores intensos crean una atmósfera que recuerda a los mercados nocturnos asiáticos. Nada resulta impostado. El espacio invita a quedarse.
Además, el mercado es pet friendly, un detalle que muchos agradecen y que refuerza su carácter abierto y urbano.

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Comer como si estuvieras en Asia sin salir de Madrid
El gran atractivo de Okio está en su propuesta gastronómica. Ocho puestos especializados permiten recorrer Asia a través de pequeños bocados, pensados para compartir o para montar una comida completa a base de platos diferentes.
Cada puesto tiene identidad propia y una carta clara. No hay ruido innecesario. El cliente elige, pide y disfruta sin complicaciones.
Entre los espacios más destacados se encuentran:
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Wok Society, centrado en noodles salteados al momento, con combinaciones personalizables y sabores intensos.
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Anime Ramen, uno de los rincones más concurridos, con caldos profundos y recetas pensadas para reconfortar.
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Nem Nem, que apuesta por la gastronomía vietnamita, con rollitos y bocados frescos.
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Sushi Experience, dedicado al sushi clásico y a versiones más creativas.
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Gyozas Chen, especializado en gyozas y baos, uno de los puestos más celebrados.
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Shao Kao, que introduce la robata y los yakitoris, aportando ese punto ahumado tan reconocible.
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Okashi Sweet, el espacio dulce, con bubble tea, postres asiáticos y café.
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Una barra central de bebidas y cócteles, pensada para acompañar la experiencia.
Esta estructura permite algo fundamental. Cada visita puede ser diferente. Hoy ramen y gyozas. Mañana sushi y baos. Otro día, solo dulces y cócteles.

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Mucho más que un mercado gastronómico
Okio no se limita a servir comida. Desde el principio plantea un concepto híbrido. Aquí se viene a comer, pero también a socializar y a divertirse.
La zona Social Bar actúa como punto de encuentro. Afterworks, música en directo y sesiones de DJ animan las tardes y noches. Las máquinas arcade aportan un toque nostálgico que conecta bien con el ambiente asiático y urbano del espacio.
Sin embargo, uno de los grandes reclamos se encuentra en la segunda planta.

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Karaoke a la asiática en pleno Madrid
En la planta superior, Okio guarda una sorpresa que marca la diferencia. Un auténtico karaoke asiático, con tres salas privadas, adaptadas a distintos grupos y aforos. Aquí la experiencia cambia por completo.
El karaoke se vive como en Asia. Espacios cerrados, sonido cuidado y ambiente relajado. No hace falta saber cantar. Basta con tener ganas de pasarlo bien. Este formato convierte a Okio en un plan redondo para celebraciones, cumpleaños o simplemente noches improvisadas.
Además, el karaoke refuerza la idea de que Okio no es solo un sitio de paso. Es un lugar donde quedarse.
Un diseño pensado para estimular los sentidos
La decoración juega un papel esencial. Cada rincón transmite movimiento. Los colores vibrantes conviven con elementos tradicionales. Los neones aportan modernidad. Los farolillos conectan con la cultura asiática más reconocible.
El resultado es un espacio que funciona bien de día y brilla de noche. La iluminación transforma el ambiente y lo vuelve aún más envolvente. Fotografiar el espacio resulta casi inevitable, algo que ha impulsado su presencia en redes sociales además, el diseño no eclipsa la experiencia. Todo suma, sin saturar.

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Okio Serrano y la expansión del concepto
Okio Serrano confirma que el proyecto va en serio. Tras el éxito en Azca, la marca ha apostado por llevar su concepto a una de las zonas más exclusivas de la ciudad.
El local de Serrano mantiene el espíritu asiático, pero lo adapta a un entorno más sofisticado. Aquí, el afterwork, los cócteles y la música cobran aún más protagonismo. El público cambia ligeramente, pero la esencia se mantiene intacta.
A esto se suma otro espacio en el Centro Comercial Palacio de Hielo, consolidando a Okio como una marca reconocible dentro del panorama gastronómico urbano.
Horarios amplios para todos los planes
Uno de los puntos fuertes de Okio es su flexibilidad horaria. El mercado se adapta tanto a comidas como a cenas tardías.
- Okio Azca (Madrid)
Domingo a jueves: 12:30 a 23:00
Viernes y sábado: 12:30 a 00:00 - Okio Serrano (Madrid)
Domingo a jueves: 12:30 a 01:00
Viernes y sábado: 12:30 a 03:00 - Okio Palacio del Hielo (Madrid)
Domingo a jueves: 13:00 a 00:30
Viernes y sábado: 13:00 a 01:30
Este horario amplio refuerza su papel como punto de encuentro continuo, más allá de la comida.
Un reflejo del nuevo ocio urbano
Okio encaja en una tendencia clara. Los espacios híbridos funcionan. El público busca experiencias completas. Comer bien ya no basta. Se valora el ambiente, la música, la posibilidad de alargar la noche.
Madrid ha sabido leer esa demanda. Okio es un ejemplo claro de cómo adaptar un concepto internacional al contexto local sin perder autenticidad.
Además, gracias a su ubicación estratégica, el espacio se ha convertido en un auténtico imán tanto para madrileños como para visitantes.
Un mercado que no deja indiferente
Okio Asian Street Market no pretende ser un restaurante clásico. De hecho, tampoco quiere funcionar como un simple mercado gastronómico. Precisamente ahí reside su acierto, en combinar comida, ocio y estética sin forzar la mezcla.
Cada visita deja la sensación de haber viajado lejos, aunque solo sea durante unas horas. Esa, quizá, sea su mayor virtud. En una ciudad que no se detiene, Okio propone una pausa distinta, llena de sabor y con el punto justo de ruido y movimiento.
Así, Madrid suma un nuevo imprescindible para quienes disfrutan descubriendo lugares con personalidad propia y planes que van más allá de lo habitual.
