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Cambios en el tráfico de Madrid: el soterramiento de la A-5

En Madrid, el soterramiento de la autovía A-5 está trayendo consigo un torbellino de cambios. No es solo una serie de obras, sino toda una apuesta por transformar la urbe. Claro, avanzar significa a veces retroceder unos pasos, y en este caso, el retroceso implica cortes y desvíos importantes.

Desvíos y cortes en el paseo de Extremadura

Desde el 4 de agosto, los madrileños tendrán que enfrentar el cierre del paso inferior que conecta el paseo de Extremadura con la glorieta de la calle Dante y la avenida de Portugal. Este corte resulta necesario para comenzar la construcción de un nuevo baipás en el Parque de Atracciones. Este desvío temporal implica un reto para los conductores que solían tomar esta ruta de forma habitual.

Madrid innova con el soterramiento de la A-5

Unos días después, el 7 de agosto, la gran novedad: un nuevo desvío de tráfico tomará protagonismo en la zona sur. Este se extenderá desde Sanchorreja hasta el recién construido baipás del enlace de Batán. En otras palabras, el paso inferior existente quedará cortado de forma permanente tanto para vehículos como para peatones. Ahora, los automovilistas podrán moverse entre el barrio de Lucero y Batán utilizando las calles de Carlina y Villagarcía.

Nuevas afectaciones por el soterramiento de la A-5

Alternativas peatonales para los vecinos

Para aquellos que acostumbran caminar por estos barrios, es fundamental tener en cuenta que el cierre afecta tanto al tránsito vehicular como al peatonal. Sin embargo, la Empresa Municipal de Transportes (EMT Madrid) ofrece una alternativa prometedora: un servicio de autobús especial que ayuda a mantener la conexión entre los barrios de Batán y Lucero. El servicio especial SE 3, promete hacer que el cambio resulte un poco más llevadero para los residentes.

Trabajos subterráneos y la visión de futuro

El 18 de julio fue clausurado el túnel que conecta la A-5 con la M-30, debajo de la avenida de Portugal. Su cierre hasta fines de agosto tiene un propósito muy claro: la realización de trabajos fundamentales para la ejecución de la solera y las canalizaciones de servicios. En cuanto estos se completen, la rampa existente se restituirá y el acceso al túnel, con su configuración anterior, volverá a abrirse.

Al final de este caos temporal, Madrid espera ver un paseo de Extremadura transformado en un bulevar peatonal. Esta nueva configuración conectará los barrios del distrito de Latina de una manera mucho más amigable para los peatones. Además, la reducción del tráfico prometida, hasta un 90%, transformará no solo el paisaje urbano, sino también la calidad de vida de los residentes.

Nuevas afectaciones por el soterramiento de la A-5 2

Beneficios para la movilidad urbana

La eliminación del asfalto que divide barrios desde 1968 brindará un nuevo espacio a los vecinos. No solo quienes caminan se verán beneficiados, sino también quienes opten por transportes más sostenibles. El plan incluye un carril bici bidireccional de 3.5 kilómetros, el cual conectará la calle Illescas con la avenida de Portugal y Madrid Río. Esta mejora promete fomentar aún más el uso de bicicletas en la ciudad, no solo por deporte, sino como un medio viable para transportarse al centro.

En superficie, las calles contarán con aceras más amplias y 33 conexiones peatonales nuevas. Con esto, se facilitarán los trayectos a pie, haciendo que la ciudad se sienta más conectada y accesible.

Un futuro sostenible para Madrid

Todo este proyecto es parte de un esfuerzo mayor por lograr una movilidad más verde y eficiente en Madrid. Las emisiones contaminantes disminuirán significativamente, contribuyendo a una mejora en la calidad del aire. Además, los problemas de tráfico que suelen registrarse en lugares estratégicos como el paseo de Extremadura y Batán encontrarán solución.

Sin duda, transformar no es fácil, y menos cuando la acción involucra un proyecto de esta magnitud. No obstante, el Ayuntamiento de Madrid está apostando fuertemente por un futuro donde la movilidad sea más fluida, sostenible y en armonía con las necesidades de los ciudadanos.

Al enfrentar estos cambios y adaptarse a nuevas rutas y modos de transporte, los madrileños no solo se adaptan a un nuevo panorama, sino que están siendo parte activa de la evolución de su ciudad hacia una metrópoli mejor conectada y más habitable para todos.