Un lugar donde juego y cultura se encuentran
Imaginar un espacio donde la infancia y la adolescencia se convierten en el eje central es todo un reto. Sin embargo, en el Espacio Abierto Quinta de los Molinos, en Madrid, no solo lo lograron. Además, se han convertido en un referente en la creación de vínculos entre cultura, juego y aprendizaje. La delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, y la concejala de San Blas-Canillejas, Almudena Maíllo, presentaron este emocionante escenario. Este centro del Ayuntamiento de Madrid no solo ha renovado su modelo, sino que también ha dado un adelanto de su octava temporada, prometiendo una programación rica y diversa para el otoño. Y es que 85 actividades diseñadas para jugar y crear son la carta de presentación de este espacio mágico.
©MIGUEL BERROCAL
Más que un espacio: un modelo de interacción y aprendizaje
Rivera de la Cruz ha subrayado la importancia del juego como una forma propia de cultura. Este espacio no solo abre sus puertas a la creatividad, sino que también fomenta un ambiente donde se refuerzan las relaciones entre la infancia, la ciudad y la vida cultural. Con su enfoque innovador, Espacio Abierto busca abrir nuevas puertas a la imaginación, el aprendizaje y la creación contemporánea.
La directora artística, Sara San Gregorio, explicó las líneas del proyecto: descubrir, explorar, inventar, inventariar, compartir y celebrar. Se busca emocionar con piezas artísticas, investigar a través del juego y crear obras, todo mientras se documentan procesos y relatos. Además, se da gran importancia a hacer circular estos aprendizajes y a festejar los hitos culturales alcanzados.
Creadores, recursos pedagógicos y mucha más oferta
Una de las novedades más emocionantes es la interacción con los creadores. Se desarrollan proyectos a medida y se ofrecen recursos pedagógicos para familias y centros educativos, creando un sistema de préstamo que amplía las posibilidades de acceso y aprendizaje. 55 creadores y compañías están involucrados en la programación, asegurando una variabilidad y riqueza únicas. Como plus, ahora hay actividades matutinas entre semana, dedicadas específicamente a grupos escolares.
El espacio también se adapta a distintas edades y necesidades. Desde el Espacio 0-5 para los más pequeños, hasta el Espacio + que se transforma para acoger actividades inesperadas. Este otoño presenta líneas de programación que van desde el ‘Umbral fantasía-realidad’, hasta ‘El tiempo de las plantas’, destacando la actividad “Siembra” de Maral Kekejian y Laura Bañuelos.
Celebraciones que despiertan la creatividad
Entre las muchas propuestas de otoño, destacan producciones propias y festivales. El Festival luz de invierno y la Escuela de Biodiseño en diciembre prometen ser sorprendentes. Además, Espacio Abierto sede de prestigiosos festivales nacionales e internacionales, como el festival FLIC y la Semana de la Arquitectura.
Siguiendo con la tradición de innovadores montajes teatrales, Mundo Quinta trae “Entre el caos y el ojalá”, un proyecto de teatro documental con adolescentes. Otros montajes previstos son “Tumba la fusta” de La Ruta 40 y “Alicia” de Blanca Alonso. Estos montajes ofrecen lprogramas diseñados para fusionar el arte, la creatividad, y una experiencia emocional profunda.
De instalaciones jugables a talleres creativos
Durante la temporada, la Urbanoteca ofrecerá un sistema modular de bloques de Fermín Blanco llamado “Construcciones”, permitiendo a los niños explorar de forma interdisciplinar. Más tarde, se transformará en “Paisaje en sombra” de Lupe Estévez. Además, escenografías como ‘Seres siderales’ y ‘Un lugar en el bosque’ enriquecerán las experiencias en Espacio + y Espacio 0-5.
La música y la percepción son protagonistas en talleres de producción musical con Javier Amo, y de sonido y comida con Ángel Galán, quien ya ha dado un adelanto con una experiencia gastrosonora interactiva. En cuanto a las artes gráficas, niños y jóvenes podrán expresar su creatividad en talleres de fanzine, estampación y cianotipia.
Lo invisible a la vista
La nueva imagen gráfica de la temporada “Ven a ver lo invisible” de la diseñadora Silvia Fernández Palomar invita a mirar el mundo desde una perspectiva distinta. En un taller con niños, exploraron la Quinta de los Molinos descubriendo tesoros ocultos en lo cotidiano.
Espacio Abierto Quinta de los Molinos demuestra que la cultura y el juego pueden fusionarse para transformar la forma en que los niños y adolescentes interactúan con el mundo. Este otoño se presenta emocionante y lleno de sorpresas que prometen enriquecer a todos los que visiten este vibrante centro cultural.