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Madrid busca mejorar la calidad del aire

El Ayuntamiento de Madrid ha dado un paso crucial en su lucha por mejorar la calidad del aire. Este jueves ha iniciado la tramitación para modificar la Ordenanza de Movilidad Sostenible (OMS), un documento clave dentro de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360. El objetivo principal es garantizar la salud de los ciudadanos y reducir las emisiones contaminantes, alineándose con las exigencias de la normativa europea y estatal. Así lo anunció el delegado del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, en una rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno.

Madrid busca mejorar la calidad del aire

¿Qué se busca con esta modificación?

La modificación de la OMS responde a la necesidad de ajustar las zonas de bajas emisiones (ZBE), que se han mostrado como un modelo exitoso para reducir la contaminación en Madrid. Las ZBE han sido cruciales en la capital para limitar el tráfico de los vehículos más contaminantes y cumplir con las exigencias de la normativa europea en cuanto a la calidad del aire. El Ayuntamiento, consciente de los avances logrados, ha abierto una consulta pública para recabar la opinión de los ciudadanos y las organizaciones más representativas, dándoles la oportunidad de participar en el proceso de mejora.

Se preguntarán cuatro aspectos clave a los participantes, que tendrán un plazo de 15 días naturales para dar sus respuestas:

  1. ¿Deben centrarse las restricciones de circulación en los vehículos más contaminantes?
  2. ¿Qué alternativas favorecerías para mejorar la movilidad?
  3. ¿Deberían ser más estrictas las restricciones en las zonas de mayor contaminación?
  4. ¿Cómo regularías las ZBE para proteger eficazmente la salud a través de la mejora de la calidad del aire?

Estas preguntas son el corazón de la consulta pública, ya que permitirán adaptar la normativa a las necesidades reales de la población, sin dejar de lado los compromisos ambientales.

Un ajuste necesario ante la revisión judicial

Esta modificación de la OMS no solo busca mejorar la calidad del aire, sino también corregir ciertos aspectos señalados por la justicia. En septiembre de 2024, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid emitió una sentencia en la que se destacaba la insuficiencia del informe de impacto económico incluido en la tramitación de 2021. Aunque esta sentencia aún está pendiente de recurso, el Ayuntamiento se ha comprometido a subsanar los errores para evitar posibles complicaciones legales en el futuro.

La regulación de las ZBE es indispensable, ya que, en caso de que las restricciones se eliminasen o se redujeran, la ciudad correría el riesgo de volver a incumplir las normativas europeas, con la consiguiente posibilidad de enfrentar multas millonarias. Por ello, la modificación no solo busca afinar la normativa actual, sino también blindar a Madrid frente a sanciones.

La lucha contra el NO2: un problema de salud pública

El dióxido de nitrógeno (NO2) es uno de los principales contaminantes en Madrid, especialmente vinculado a las emisiones del tráfico rodado. La Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo establece que los niveles de NO2 no deben superar los 40 microgramos por metro cúbico anualmente para garantizar la salud pública. Sin embargo, Madrid rebasó estos valores entre 2010 y 2018, lo que resultó en una condena por parte del Tribunal de Justicia Europeo en 2021.

Con la Estrategia de Sostenibilidad Madrid 360 y la creación de Zonas de Bajas Emisiones, Madrid ha logrado revertir esta tendencia. Desde 2022, la capital cumple con los límites establecidos, gracias a la progresiva restricción de los vehículos más contaminantes, como aquellos con clasificación ambiental A (diésel matriculados antes de 2006 o gasolina antes de 2001).

El éxito de las ZBE es palpable. Por ejemplo, en la plaza Elíptica, que hasta hace poco era uno de los puntos más críticos de contaminación, los niveles de NO2 se redujeron de 53 μg/m3 en 2018 a 36 μg/m3 en 2023, lo que representa una disminución del 32,1 %. Estos resultados demuestran que las medidas restrictivas no solo son necesarias, sino que son efectivas para proteger la salud pública.

La obligación legal de mejorar la calidad del aire

El Ayuntamiento de Madrid está legalmente obligado a mejorar la calidad del aire y no puede retroceder en los logros alcanzados. La Ley 34/2007 sobre calidad del aire y la protección de la atmósfera, junto con la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética, establecen claramente que las administraciones deben seguir mejorando en este ámbito y no pueden reducir el nivel de protección ambiental conseguido.

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Este principio de no regresión medioambiental garantiza que no haya pasos atrás en la lucha contra la contaminación. Madrid está comprometida con cumplir con estas leyes, ya que cualquier incumplimiento podría derivar en sanciones económicas para la ciudad. La sentencia del Tribunal de Justicia Europeo de 2021 refuerza esta necesidad, subrayando que las restricciones al tráfico deben mantenerse para evitar volver a los niveles de contaminación de la década pasada.

Un futuro más limpio para Madrid

Con la modificación de la OMS, Madrid sigue avanzando hacia un futuro más sostenible. La creación de ZBE ha sido un éxito demostrado, y el Ayuntamiento está decidido a perfeccionar este modelo para asegurar que los ciudadanos puedan respirar un aire más limpio y disfrutar de una ciudad más habitable.

Además de las restricciones al tráfico, es fundamental fomentar alternativas a la movilidad, como el uso del transporte público, la bicicleta o los vehículos eléctricos. Estas medidas, combinadas con la mejora de las infraestructuras urbanas, permitirán que Madrid continúe en la senda de la sostenibilidad.