La segunda fase del proyecto Parque Castellana ya está en marcha, marcando un hito en la transformación de la ciudad de Madrid. La construcción de un túnel en el paseo de la Castellana es el primer gran paso para crear un nuevo parque urbano de 70.000 metros cuadrados, que se integrará en un entorno más amigable y sostenible. Pero, ¿qué implica exactamente este ambicioso proyecto?
El corazón del proyecto: un túnel verde
La construcción del túnel en la Castellana, que se extenderá hasta diciembre de 2026, se convertirá en la base sobre la cual se levantará un nuevo espacio verde. Este túnel se está edificando mediante la técnica cut and cover. Primero, se levantan muros de contención, luego se excava la tierra, y finalmente se cubre, creando una superficie nueva en la que florecerán zonas verdes.
El nuevo brillo de la Castellana: modernización del alumbrado público en Madrid
A pesar del cierre total de los carriles centrales, el tráfico sigue fluyendo gracias a los carriles laterales. En sentido sur hay dos carriles y en sentido norte tres carriles, uno reserva para autobuses. La conexión con el Nudo Norte se mantiene, lo que minimiza las distracciones al tráfico cotidiano. Además, hay medidas específicas de movilidad, como desvíos y reorganización de líneas de autobús, para mantener las vías libres de caos.
Movilidad y adaptaciones en el transporte
El Ayuntamiento ha desplegado un plan exhaustivo para asegurar que, a pesar de las obras, el tráfico fluya de manera constante. Los itinerarios se han rediseñado para evitar cuellos de botella. Algunas alternativas conducen por avenidas como la de Asturias, mientras que otras rutas se desviarán hacia la M-607, reforzando los accesos a principales arterias.
Visto bueno al proyecto de ejecución del Parque Castellana
El transporte público juega un papel clave, con 13 líneas de EMT Madrid ajustadas para adaptarse a los cambios operativos. Estos ajustes son coordinados por el Consorcio Regional de Transportes, y aseguran que la gente pueda moverse con la menor cantidad de molestias posibles.
Más que un túnel: un cambio de vida
Lo interesante de este proyecto es que no solo se trata de construir un túnel y cubrirlo con vegetación. La idea es transformar esta parte de Madrid en un lugar diverso, que invite a pasear, disfrutar y relajar. El nuevo parque contará con numerosas áreas recreativas conectadas de forma accesible, lo que sin duda enriquecerá la vida urbana.
La Maruca: un fenómeno de la restauración madrileña
El proyecto incluye la plantación de 787 árboles nuevos, que se suman a los existentes, alcanzando una suma superior al millar. Más de 38.000 arbustos contribuirán a hacer de este lugar un espacio fresco y agradable.
Un impacto en la estructura de la ciudad
La importancia estratégica de este proyecto no pasa desapercibida. Con su ubicación, Parque Castellana servirá como un nodo de conexión entre puntos clave de Madrid. Unirá el hospital de La Paz, las Torres Business Area, y la antigua colonia San Cristóbal, haciendo que la movilidad norte-sur en la ciudad sea más fluida.
Además, se está tomando muy en serio el tema de las emisiones. Una vez que el túnel esté en funcionamiento, el paso principal será exclusivamente para el transporte público y el tráfico local de acceso. Esto reducirá las emisiones y brindará más zonas para desplazarse a pie o en bicicleta.
Un anuncio cargado de promesas
Paloma García Romero, delegada de Obras y Equipamientos, ha subrayado que este tipo de intervención es necesaria para hacer a Madrid no solo más verde, sino más habitable y accesible. Reseña la posibilidad de disfrutar de nuevas áreas peatonales, junto con parques y áreas infantiles, promoviendo así un estilo de vida más saludable.
Con cada nueva etapa, Parque Castellana reafirma el compromiso de Madrid en reinventarse hacia un futuro más sostenido, verde y moderno. Este ambicioso proyecto de obras no solo abarca el cambio físico del paisaje, sino que también transforma la manera en que los madrileños vivencian su ciudad.
Una mejora tangible en la calidad de vida.
El nuevo Parque Castellana promete no solo ser un atractivo urbano, sino también una mejora tangible en la calidad de vida de quienes transitan por él diariamente. Representa una estrategia a largo plazo que ayudará a la gente de Madrid a conectarse mejor con su entorno.
Este proyecto claramente inspira a otras ciudades a considerar la importancia de la infraestructura verde en áreas urbanas. Su éxito podría marcar el comienzo de una transformadora tendencia en planificación urbana que ve más allá de los límites actuales.